¿En qué consiste el TDN y qué consecuencias acarrea?
Por regla general, ¡pasamos el 90 % de nuestro tiempo en interiores! Necesitamos un ‘baño’ de bosque, parques ajardinados o paseos libres de asfalto. El trastorno por déficit de naturaleza (TDN) lo definió por primera vez periodista Richard Louv, autor del superventas Los últimos niños en el bosque, obra que ponía el foco en el desarrollo infantil y la necesidad de niños y niñas de tener una exposición directa a la naturaleza.
Los efectos de este trastorno pueden ser: estrés, irritabilidad, un estado de ánimo bajo (que puede llevar a la depresión)… Aparte las consecuencias pueden llevar incluso a un malestar a nivel físico.
Nuestro ADN reclama menos tecnología y más contacto con la naturaleza, que desencadena salud y felicidad. El diseño biofílico aboga precisamente porque los interiores de la casa sean muy naturales en la elección de materiales, en la predilección por las formas orgánicas y, asimismo, gozar de luz solar el máximo de horas al día.
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