Un antes y después que muestra cómo se transforma este piso de 110 metros cuadrados gracias a la redistribución y uso más inteligente del espacio. Soluciones originales, muebles a medida, conexión entre los espacios y aprovechamiento de la luz. Estos son los pilares de la reforma integral.
Un proyecto orientado a aprovechar las posibilidades de la vivienda
La idea era convertir una casa anticuada en un piso en el que vivir todo el año con vistas al mar. 110 metros cuadrados que ahora se orientan al exterior y disfrutan de la luz y de las vistas. Ubicada en Santa Pola del Este (Alicante) esta vivienda cayó en las manos de Kinze Studio (www.kinzestudio.com), el estudio encargado de la reforma integral y diseño interior, con Gonzalo Martín y Rocío Peral a frente. "La vivienda original tenía tres dormitorios, y se encontraba muy desactualizada y desaprovechada. Las estancias eran pequeñas y no favorecían las privilegiadas vistas al mar", explican los arquitectos. El encargo era claro: transformar la vivienda en un hogar actual y de estilo mediterráneo donde poder disfrutar todo el año. La vivienda debía de contar con dos dormitorios y todas las comodidades propias de una vivienda top.
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