La sansevieria (Sansevieria trifasciata), también conocida como lengua de suegra, lengua de tigre o espada de San Jorge, por la forma de sus hojas (afiladas y acabadas en punta) resulta muy decorativa con su silueta erguida que parece tocar el cielo.

Se trata de una planta muy agradecida pues prácticamente puedes olvidarte de ella. Y aunque prefiera estar en lugares luminosos, también puedes ubicarla en sitios más sombríos. Asimismo, no es exigente con el riego. Aunque cuidado con este aspecto: la sansevieria no resiste el frío y es sensible a las temperaturas por debajo de los 12°C. Tenla en el interior de casa y lucirá perfecta incluso prestándole pocas atenciones.

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Más que una planta bonita

Esta planta de interior de hojas perennes y carnosas de color verde tienen los bordes en amarillo, creando un abanico de coloridos atractivo y espectacular. Se trata de una variedad de origen africano que suele alcanzar los 50-60 cm, pero que en ocasiones logra más altitud.

Y, por si no lo sabías, la NASA la incluye como una planta purificadora del aire, al eliminar tóxicos como el benceno, el formaldehído, el tolueno, el xileno o el tricloroetileno. Por cierto, ten cuidado y procura no tocar sus puntas, que además son afiladas, porque puedes estropear la planta.

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Se las apaña con poca luz

La sansevieria se sentirá más cómoda en espacios que reciben buena luz, siempre que no incidan sobre ella directamente los rayos solares, pues pueden quemarla. Lo notarás pues las hojas se volverán muy amarillas.

Evítale la luz natural directa e incluso colócala en lugares en sombra, aunque el desarrollo de la planta no será el mismo.

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Poco riego, pero con agua de calidad

Vamos a recordar que procede de África, donde soporta condiciones climáticas extremas. Ello es vital para saber que es tolerante a la sequía y sobrevive con poca agua, aunque eso sí, conviene que sea agua de lluvia si la de la zona es bastante dura.

Los aportes hídricos deben ser moderados, en primavera y verano, regulares siempre esperando que la tierra se seque entre riego y riego; mientras que, en las estaciones de otoño e invierno, habrá que espaciar más porque es el periodo de inactividad de la lengua de suegra.

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Más consejos: cuando riegues no conviene que el agua esté fría, lo ideal es que se encuentre a temperatura ambiente; por otra parte, dado que no le gustan los ambientes húmedos, evita pulverizar sus hojas con agua, si debes limpiarla porque se le ha acumulado polvo, pásale un trapo poco humedecido.

El fertilizante puedes aplicárselo en los meses de calor, apuesta por un abono para plantas crasas líquido disuelto en el agua de riego y no te excedas con la cantidad, ‘sobrealimentarla’ perjudica a su salud.

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El exceso de agua, su peor enemigo

Tan resistente como es la lengua de suegra y, en realidad, los mayores trastornos pueden ir asociados a querer mimarla demasiado y darle un exceso de agua. En este sentido, aparte de regar con moderación hay que procurarle un sustrato ligero, poroso y bien drenado, evitando a toda costa el encharcamiento.

¿Cómo se recomienda que sea la tierra? Pues mezclando sustrato universal, mantillo y arena.

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Renovar la tierra

La sansevieria es una planta de crecimiento muy lento, ¡tan solo crea entre tres y cuatro hojas anualmente!, por lo que quizá bastará con trasladarla a una maceta de mayor tamaño cada 3 años. No obstante, hay otro motivo de peso para el trasplante: renovar el sustrato y que le aporte más nutrientes. Puedes hacerlo de forma anual, incluso manteniendo la planta en el mismo contenedor y la época idónea para que te ocupes a esta tarea es a inicios de la primavera.

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¿Quieres multiplicar tu sansevieria?

Con esta planta todo son facilidades, incluso a la hora de reproducirla. Lo más sencillo es que apuestes por propagarla dividiéndola. Corta el rizoma (tallo subterráneo) y unas cuantas hojas de una planta ejemplar y planta el retoño en una nueva maceta.

También se pueden hacer esquejes de las hojas, aunque este método es más complicado y las probabilidades de éxito menores, así que, sin lugar a dudas, te recomendamos multiplicar la lengua de suegra por división. En la imagen los ejemplares se han adquirido en April Plants.

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Una planta robusta

Difícil de matar, el filme de Bruce Malmuth bien podría referirse a esta planta y no al protagonista interpretado por Steven Seagal, y es que la sansevieria tiene una fortaleza extrema que la hace resistentes a la mayoría de las enfermedades.

De igual modo, se muestra robusta frente a las plagas y tan solo le atacan puntualmente las cochinillas (suelen delatar su presencia unas manchas pardas sobre el envés de las hojas) y los ácaros (puede que comience a amarillear).

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Otras variedades

Hay cientos de sansevierias, la más popular es la Sanseviera trifasciata e incluso de esta variedad hay subespecies, son estas tres:

• Sansevieria trifasciata Laurentii: estilizada, la que hemos ido viendo a lo largo del reportaje.

• Sansevieria trifasciata Golden Hahnii (en la imagen): con las hojas son más anchas y tienen un característico color amarillo en los márgenes.

• Sansevieria trifasciata Hahnii: las hojas no son tan altas, a lo sumo llegan a los 30 cm, y son verdes con vetas blancas, sin teñirse de amarillo.

Las dos primeras han sido reconocidas con el Galardón al Mérito en Jardinería de la Real Sociedad de Horticultura británica.

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