Los colores naturales han estado siempre en boga y, a raíz de pasar el confinamiento, ahora todavía pisan con más fuerza. No hablamos solo de las tonalidades azules que nos recuerdan al cielo o al mar o las verdes, que nos conectan con estampas campestres o boscosas, también el terracota vive su mejor momento creando ambientaciones de gran impacto visual. Precisamente debido a su fuerza hay que tener ciertas precauciones aplicándolo. Toma nota de estos consejos y verás como llenan de calidez cualquier rincón de tu hogar.

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Inyección de color

La gama terracota se mueve entre el marrón y el rojo, así que resulta potente y atrae todas las miradas. Sin duda, es capaz de abrigar los espacios pero no por ello solo es adecuado en las estaciones más frescas del año, gracias a su alegre colorido resulta muy indicado en verano y, especialmente, se adueña de muchos de nuestros exteriores.

Mirad como ejemplo este salón de exterior de Maisons du Monde, le sientan bien estos coloridos, ¿verdad?

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No todos son iguales

Dentro de la gama de los terracotas encontrarás propuestas más claras, que invadirán de calma y calidez el espacio, y las más fuertes, que son muy vistosas y por ello más indicadas en estancias sociales como el salón, el comedor o la cocina.

Recurre al matiz que mejor imprime tu personalidad para hacer que tu casa hable de ti y, si lo prefieres, aplícalo solo en pequeñas dosis, para no abigarrar el ambiente; como en este salón con muebles y complementos de La Redoute Interieurs.

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Indudable estética artesanal

Relacionado con la tierra y el barro, el color terracota ha inspirado en el pasado las más bellas decoraciones de estilo rústico. No obstante, ten en cuenta que se trata de una paleta acertada para vestir desde interiores clásicos hasta los más modernos (incluso los de aire minimalista).

En este comedor destaca porque tiñe la zona inferior de la alacena, así como la alfombra lisa (el modelo Gravel, de Gancedo).

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¿Todo al terracota?

En especial si te decantas por su variante más intensa, deberás emplear el terracota con mesura y moderar su fuerza combinándolo con colores luminosos, es decir, no funciona bien un ambiente de terracota sobre terracota pues el ambiente resultaría demasiado abigarrado. De hecho, en realidad solo son aptas para esquemas monocromáticas las paletas con más matices o las neutras, como azules, verdes, blancos (y su cautivador y veraniego total white) o grises.

En este rincón, Banak prefiere emplearlo como color de acento para destacar dos destalles textiles: los cojines. En complementos es habitual encontrar este color en plaids, almohadas, mantas, pies de lámpara, espejos y elementos fabricados en barro, como jarrones.

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¿Cómo combinarlo?

Lo cierto es que no entraña gran dificultad combinarlo con otros colores pues es capaz de desplegar mucha versatilidad. Si quieres reforzar su calidez, combínalo con amarillos, arenas, beiges… Mientras que para aportar una nota de frescura puedes coordinarlo con muchas paletas, desde el infalible blanco al sobrio gris o los siempre acertados azules y verdes, que parecerán rebajar unos grados la temperatura.

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Para un efecto teatral de gran impacto te sugerimos mezclar el terracota con el negro (o un gris muy oscuro). Y aunque ambos serán bastante protagonistas, como podemos apreciar en la imagen (un salón de Westwing), el vencedor que sin duda acaparará todas las miradas no es otro que el terracota.

Juntar terracota y negro puede servir tanto para darle un aire más contemporáneo al espacio como sumamente clásico, todo dependerá de las formas de las piezas de mobiliario.

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Alianzas ganadoras

Como decíamos, los colores amarillos, dorados y beiges combinan muy bien con los terracota, así que puedes aprovechar para crear mezclas absolutamente a la moda con estas dos propuestas:

• Junto con las fibras naturales, para recrear espacios que nos recuerden el verano durante todo el año (buen ejemplo de ello es este rincón de dormitorio con muebles adquiridos en La Redoute Interieurs y una vistosa pared de acento panelada).

• Con detalles metálicos (especialmente en dorados o bronces) que llenen el conjunto de sofisticación y exquisitez, algo que podrás reforzar si por ejemplo la tela de tapicería o cortina es de un exquisito terciopelo.

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El preferido de los exteriores

En el jardín, la terraza o incluso un pequeño balcón, el color terracota es donde luce con más esplendor, precisamente por su recuerdo a la naturaleza, y regalará infinidad de matices, en función de la hora del sol en la que nos encontremos. Resulta ideal para recrear atmósferas exóticas de inspiración glamping o más auténticas, naturales y puramente de aquí.

En este bucólico jardín con piscina, el sofá Souane, de Maisons du Monde, permite disfrutar del verano sin riesgo a quemarnos gracias los toldos que lo visten, en una tela en color terracota coordinada con los cojines. El resultado es de lo más acogedor.

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