El glamping (resultado de combinar las palabras glamorous camping) es una tendencia en auge para pasar las vacaciones que combina la acampada al aire libre para disfrutar de la naturaleza con todas las comodidades de un hotel de lujo. ¿Y de qué me sirve eso si no estoy de vacaciones?, te preguntarás… Pues muy sencillo: porque te damos las claves para que traslades todas esas sensaciones a la terraza de casa y emular a los mismísimos Meryl Streep y Robert Redford en su (inolvidable) safari de la película Memorias de África.

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“Doctor Livingstone, supongo”

Acuñado a finales del siglo XIX por exploradores británicos como el famoso David Livingstone (quien pasara años recorriendo África e incluso fuera dado por muerto, de ahí la famosa frase que resume el reencuentro del periodista que fue en expedición a buscarlo al dar con él), el término glamping nos evoca de forma inmediata las vastas llanuras de África y tiendas de inmaculada lona blanca.

Traslada la sensación a tu terraza o jardín creando un rincón sombreado mediante toldos y cortinas de algodón que le aporten frescor. Una pérgola o un cenador son emplazamientos perfectos para este espacio, aunque, si no dispones de demasiados metros, nada mejor que hacerse con una cama balinesa como esta de Maisons du Monde, realizada con ramas de teca blanqueada y tela en color crudo, en la que podrás incluso dormir al aire libre en las noches más calurosas del verano.

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Preciosos trenzados

¿Te gusta la idea de dormir al raso, pero necesitas algo aún más compacto? No hay problema: la oferta de daybeds incluye modelos de todo tipo, muchos de ellos con un acabado que emula las fibras vegetales (y su capacidad de transportarte a destinos lejanos), como el de la imagen: Oceana, de la firma Arteleya.

Realizada en tejido de cuerda de polirratán en color gris, no solo integra techo plegable para disfrutar de ella según el momento, sino que incluye un puf semicircular giratorio que permite usar la pieza para estirarse, pero que también puede guardarse en el interior del asiento (mediante unas ruedas) cuando se quiera emplear como un sofá convencional, resultando así un práctico mueble polivalente.

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Pasaje a la India

Pese a su popularización durante el siglo XIX, los orígenes del glamping se pueden rastrear muchos siglos atrás, con las grandes expediciones de mandatarios para visitar regiones lejanas bajo su dominio (o conquistar nuevas). Las caravanas que recorrieron Asia a lo ancho y largo contaban con todas las comodidades de los palacios de los maharajás, aunque con piezas ligeras y poco voluminosas que pudieran cargar a lomos de los animales.

Hoy, las camas indias o charpoys (compuestas por un marco de madera sobre el que se trenzan cinchas y cuerdas) siguen teniendo un lugar especial en ambientes exteriores de aire exótico, donde pueden funcionar igualmente de tumbonas o como centro de una zona de chill out (como la de la imagen, una propuesta de La Redoute Interieurs), gracias a su perfil bajo, que las hace perfectas para equipar espacios pequeños sin que se vean abarrotados.

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A ras de suelo

Coloristas y capaces de crear la atmósfera de una tienda propia de los pueblos nómadas asiáticos los kilims no solo ponen una nota de color en cualquier espacio, sino que le confieren confort. Ahora que los espacios exteriores se visten también con alfombras (específicas para este uso), ¿por qué no hacerse con una como esta de Benuta, que aúna una tradición milenaria con una composición moderna y funcional (76% polipropileno, 23% poliéster, 1% látex)?

Combina esta alfombra oriental plana con motivos geométricos con unos pufs o cojines para crear un rincón de relax o irte de picnic (con estilo) en tu propia terraza o jardín.

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Destino: tu hamaca

Pocos elementos combinan de forma más equilibrada que las hamacas la relajación propia de los períodos vacacionales con la funcionalidad de elementos que pueden transportarse a cualquier parte.

Económicas, fáciles de colocar (y recoger) y sin apenas requisitos de espacio, la oferta de hamacas abarca todo tipo de diseños y acabados. La de la imagen es el modelo Rocoto, de Made.com, con un estampado botánico y colorista, aunque si buscas un efecto más vintage, siempre puedes decantarte por un modelo de cuerda o con aplicaciones de macramé.

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¿No tienes dónde colgarla?

No por ello tienes que renunciar al ingrávido bamboleo de una hamaca: la oferta de soportes para fijarlas incluye también todo tipo de soluciones, desde las más decorativas en madera, como la de la imagen, que sostiene una hamaca doble de la firma La Siesta, hasta propuestas en tubo de acero regulables.

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Para quedarse colgado de esta pieza

¿Quién no ha querido tener una casa o un pequeño refugio en un árbol? Retoma esa fantasía de la infancia con una cama-hamaca colgante entelada, para proporcionar privacidad sin perder visibilidad. En concreto este modelo que propone Sklum, presenta una lona de color crudo luminosa y actual.

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Acampa a tus anchas (y en tu propio hogar)

¿Mejor con los pies en el suelo? La lounge bed Hut, de Ethimo, evoca un elegante tipi realizado con lamas de madera que rodean un asiento circular. Además, se puede completar con una cortina que la convierte en una acogedora alcoba al aire libre, sin comprometer la circulación del aire (a través de las lamas) pero ofreciendo protección frente al sol. Y lo mejor: Hut no tiene ningún tipo de fijación al suelo, por lo que puede desplazarse donde se desee.

Firma esta destacada pieza de diseño que te permite gozar de una nueva dimensión del confort y bienestar íntimo, el prestigioso Marco Lavit.

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Protégete del sol con estilo

Sea cual sea el ‘destino’ por el que te decidas para tu terraza, asegúrate de que cuentas con la necesaria (y coordinada) protección frente al sol. Las sombrillas son la solución más alineada con el concepto glamping, aunque no sirve una playera: elígela para que combine con el estilo elegido.

Las propuestas de esparto, como estas de la colección Sonsaura de Let’s Pause, son perfectas para ambientaciones en tonalidades neutras y predominio de fibras naturales. Por otra parte de la misma firma es Carmen, una alfombra calada que se trabaja artesanalmente con la técnica ubedí, de inspiración árabe gracias a su gráfica muy trabajada.

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Inspiración étnica

La anterior sombrilla es de aire mediterráneo. Si lo que quieres es que el componente étnico sea más marcado, elige unas refinadas sombrillas chinas como las que propone la East London Parasol Company (en la imagen), que te trasladarán a medio camino entre la ruta de la seda y el Shanghai de los años 20’.

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Evocadores visillos

Con una utilidad muy práctica (librarte de los molestos bichos), las mosquiteras son también un elemento muy evocador y con un punto romántico. Hazte con una para proteger un rincón de lectura como el que propone la firma especializada Bambulah. Se trata del modelo Mt Abang, específicamente diseñada para su uso al aire libre con una composición muy resistente frente al sol, la lluvia y el viento, que los responsables de la marca comparan con la de “una tienda de campaña de safari”.

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