Si estás preocupado por el medio ambiente y quieres conseguir un diseño de jardín en el que las plantas te demanden poco riego, sin duda una de las especies que debes contemplar es la zapatilla de dama (Pedilanthus macrocarpus), una bella suculenta que puede estar acompañada por plantas autóctonas también con poca sed, para conseguir un jardín sostenible basado en los preceptos de la xerojardinería.

Además, esta planta no solo es apreciada en paisajismo por su fácil mantenimiento sino su inusual belleza y los vivos colores de sus flores y tallos. Así pues, resulta tan sostenible como decorativa, ¿necesitas más argumentos para plantarla en tu jardín?

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Una suculenta exótica

Hay quien la apoda ‘bambú del desierto’, porque esta suculenta consigue una imagen casi escultórica que recuerda a este árbol. Se trata de un arbusto ramificado con los tallos verdes brillantes y que presenta su mejor cara en los meses de abril a octubre, con su floración.

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En ocasiones, mejor en maceta

El género Euphorbia es muy diverso y cuenta con alrededor de 2.000 especies, situadas en hábitats muy diferentes, no obstante, la mayoría se adaptan a un rango de temperatura de 29 a -4º C.

En concreto la zapatilla de dama es originaria de los desiertos de México, por lo que resiste la sequía y tolera las temperaturas altas, pero no un invierno muy frío, así que si en tu región el clima es de inviernos extremos, plántala en maceta para llevarla al interior cuando bajen bastante las temperaturas. Por cierto, no solo tolera el pleno sol sino que este hará que sus tallos estén erguidos mientras que, en sombra, se arquearán.

En su hábitat natural (México y Baja California) sus flores son polinizadas principalmente por colibríes como el que vemos en la imagen.

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Tipo de sustrato

Poco demandante de agua (como la mayoría de las suculentas), la zapatilla de dama necesita especialmente que el suelo drene bien pues afectan desfavorablemente a su salud los encharcamientos. Por lo demás, no es exigente con el tipo de tierra, aunque prefiere que sea ligeramente ácido o bien neutro.

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Poco sedienta

Ten en cuenta no solo que es tolerante a la sequía sino que es sensible al agua, por lo que por lo general bastará con regarla cada 10-15 días. Como recomendación, decirte que es preferible aportar agua a fondo y no volver a regar hasta que la tierra se seque completamente. En invierno, hasta puedes olvidarte de sus aportes hídricos.

En la propuesta la selección vegetal del jardín se hace de plantas que demandan muy poca agua, desde la zapatilla de dama hasta cactus, kalanchoes o senecios azules.

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Un refuerzo que agradecerá

Esta planta apenas pide cuidados y no solo los riegos son muy espaciados, sino que tiene unas necesidades de abono muy bajas. De hecho, es de esas especies pueden crecer incluso en suelos muy pobres, aunque nunca está de más que durante su fase de crecimiento añadas fertilizante para cactus en el agua de riego, una vez al mes. ¿Prefieres los abonos orgánicos? Pues serán también una excelente opción dado que mejoran la estructura del suelo y la cantidad de nutrientes que aportan a la planta.

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Potencia su floración

Sus flores pueden ser de color rojizo, naranja o amarillo y la mejor fórmula para estimular la floración es que a principios de la primavera cortes los tallos que estén dañados para sanear la planta. Atención al hacerlo, porque la zapatilla de dama es tóxica y conviene manipularla siempre con guantes.

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Cómo propagarla

La primavera es el momento ideal para propagar la planta y también para trasplantarla, si está en maceta (aunque como su crecimiento es lento, bastará con hacerlo cada dos años).

A la hora de multiplicarla lo más sencillo es hacerlo por esquejes. Para realizar esta reproducción ponte guantes, porque los tallos pueden soltar una savia que es irritante para la piel. Además, lo mejor es dejar que el tallo cortado se seque durante la noche y luego plantarlo sin regar durante al menos una semana, para evitar que se pudran sus raíces.

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Siempre sana

Manteniendo a raya el riego adecuado y el drenaje del suelo, la zapatilla de dama apenas presentará enfermedades, pero de lo contrario sí podrá tener problemas como podredumbre de las raíces o presencia de hongos, debido a un exceso de humedad.

Respecto a las plagas, sobre todo es susceptible a las cochinillas y los ácaros.

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