La entrada es uno de los espacios más importantes de la casa, aunque la mayoría de las veces no le dedicamos el tiempo y el esfuerzo decorativo que se merece. Es lo primero que vemos al entrar, el espacio donde dejamos las cosas y nos quitamos los zapatos. Por eso debe ser funcional, además de atractivo.
La primera clave: la funcionalidad
Nos gustan las estancias amplias y luminosas, con muebles y objetos decorativos singulares y con mucho estilo. Sin embargo, no siempre partimos de la base de un espacio óptimo para decorar. A veces nuestra casa es demasiado pequeña, oscura o poco práctica.
En lo que al recibidor se refiere puede que sea inexistente, que sea diminuto o esté repleto de puertas. ¿Cómo organizarlo y decorarlo en estos casos? La clave en estos casos es apostar por la funcionalidad. Piensa en tus propias necesidades y equipa el recibidor con las cosas o muebles que a ti te hacen falta: soluciones para guardar, un banco, un perchero, etc.
Si no cuentas con muchos metros cuadrados, no pongas muebles en el suelo y utiliza la parte alta de las paredes. De nada te sirve llenar la entrada de elementos decorativos que después resulten un estorbo.
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