Síntomas de alerta en la salud
Una familia antes de conocer la presencia de contaminantes puede notar que estos existen al provocarse, o acentuarse, distintos síntomas como asma, alergias, fatigas, problemas circulatorios, nerviosismo, dolores de cabeza o problemas circulatorios.
Ácaros del polvo, Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs), fibras de amianto, formaldehído, gas radón, hongos, moho... Se trata de contaminantes que no ayudan en absoluto a mejorar nuestra salud y bienestar.
Como detalla Carles, los ácaros del polvo, por ejemplo, constituyen el alérgeno más común en nuestros hogares. Los Compuestos Orgánicos Volátiles, por su parte, además de ser causa de alergias, náuseas, irritación de ojos… provocan incluso cáncer (como por ejemplo el benceno) y causan daños también al medio ambiente, especialmente en las plantas, interfiriendo en su crecimiento. De todos ellos, seguramente el formaldehído es el más común en viviendas.
El gas radón constituye la principal fuente de radioactividad a la que está expuesta la población. Es, además, la segunda causa principal de cáncer de pulmón, detrás del tabaquismo.
Los hongos y el moho son útiles para los ecosistemas, pero en las viviendas son un contaminante que puede provocar reacciones alérgicas tales como congestión nasal, irritación en los ojos o incluso asma.
Leer más: Cómo conseguir una casa sana y libre de alergias