El primer paso, identificar a los insectos dañinos
Una de las cosas más importantes y lo primero que tenemos que hacer para combatir las plagas es tratar de identificar exactamente qué insecto está atacando a las plantas. Sin saberlo no es fácil conseguir erradicar la plaga. Además, no todos los insectos son dañinos. Algunos son realmente beneficiosos para el jardín. Entre las plagas más habituales destacan:
- El pulgón: afecta a las plantas ornamentales, pero también a las especies de interior, a los cultivos del huerto, etc. Suelen colonizar los brotes nuevos de las plantas, dejando unas ronchas de color blanco y marrón en las hojas. Si ves que hay muchas hormigas alrededor de tus plantas, busca pulgones ya que las atraen.
- La mosca blanca: deja unas motas de color amarillo en las hojas que terminan por secarse y caer. Ataca tanto a plantas ornamentales como de interior, plantas del huerto, a los cítricos, las palmeras, etc. Llegado el caso tendrás que combatirla con un insecticida polivalente.
- Ácaros: la araña roja es la más frecuente. Le encantan las plantas de flor, las tropicales, de interior y exterior, los arbustos y frutales, las trepadoras, etc. El gran problema de los ácaros es que no se advierten a simple vista por lo que puede resultar difícil detectarlos. Busca pequeños bultos rojos en el envés de las hojas, que es el síntoma principal. Para combatirlos debes pulverizar a menudo las plantas con agua, ya que aparecen cuando el ambiente es muy seco. En caso de que no desaparezcan usa un acaricida.
- Cochinilla: las especies arbustivas y los árboles son su objetivo principal: frutales, coníferas, olivos o palmeras.
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