Si estás pensando en comprar un sofá y has mirado las novedades del mercado, te habrás dado cuenta de que los modelos bajos son los nuevos reyes de la decoración de salones actual. Sin patas a la vista, grandes cojines y muy confortables, su aire retro y su diseño minimalista han sustituido a los modelos tradicionales con respaldo XL y formas acogedoras. Pero, ¿a qué llamamos exactamente un sofá bajo? Evidentemente es un modelo de menos altura, pero no por ello menos imponente, cómodo o acogedor, cuyas patas son más pequeñas y, en la mayoría de los casos, casi invisibles, ya estén ocultas o sean XS. El Tokio de Arflex demuestra que la altura no es requisito imprescindible para la comodidad, ya que se puede ser bajo (70 cm) y ergonómico a la vez. De proporciones generosas y una geometría amigable, suave y arquitectónica, es perfecto para echar una siesta o para un maratón de series un domingo por la tarde. En función del trote que vayas a darle, elige un tejido más o menos resistente (lo hay superior a 70.000 Martindale).
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