El baño es, probablemente, la estancia que más sufre las consecuencias del día a día. La prisa de las mañanas suele causar estragos en la estancia más pequeña de la casa y, muchas veces, parece que ha pasado un huracán, dejando una imagen de caos a la que nos cuesta enfrentarnos. Por eso es importante mantener una rutina de orden y limpieza, de manera que esté listo para una nueva batalla cada mañana. Solo tienes que poner en práctica estas ideas y podrás disfrutar de un baño ordenado ¡todos los días!

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Divide y vencerás

Si el baño lo compartís varias personas, lo más aconsejable es que cada uno tenga su propio espacio. Si el mueble del baño tiene compartimentos, destina uno a cada miembro de la familia que use el baño. Pero, ¿qué pasa cuándo no hay espacio suficiente para todos? Puedes decantarte por un espejo camerino –que cuentan con un pequeño armario tras el espejo del baño– o añadir algún mueble más. Las columnas de baño suelen ser bastante funcionales, ya que ocupan poco y pueden colocarse tras la puerta o en un rincón del baño. La idea es que cada uno tenga su propio espacio. Y, lo más importante, que la tenga ordenada.  

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Si no lo ves, no lo usas

No te dediques a guardar todo tipo de productos de belleza e higiene personal en el baño. Lo ideal es que tengas lo que utilizas a diario, ni más ni menos. Y es que, una de las máximas del orden es que, si no lo ves, no lo usas; de manera que si tienes muchas cosas guardadas en el fondo del armario, comprueba que no estén caducados. En los productos como cremas, lociones o geles, verás que viene la imagen de un tarro destapado con un número al lado de la letra M. Esos son los meses que el producto puede utilizarse desde que se abrió.  

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Mejor cajones que puertas 

Si estás pensando en cambiar el mueble del baño, un consejo. Decántate mejor por un mueble con cajones que por uno con puertas abatibles, ya que permiten aprovechar mejor el espacio y, además, podrás verlo todo de un plumazo tan solo abriendo el cajón. Y es que muchas cremas o productos de higiene personal terminan caducando y tendrás que tirarlos. 

Además, actualmente estos cajones se diseñan de manera que ‘salvan’ el espacio que ocupa la tubería del desagüe del lavabo, aprovechando todo el espacio útil sin perder ni un solo centímetro. 

Lo único que tendrás que asegurarte es de que los cajones se pueden abrir cómodamente cuando te decidas por el diseño que más te gusta.  

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Clasifica todo en cajas transparentes

No renuncies al orden por no hacer una pequeña inversión. Puedes utilizar las cajas para clasificar los distintos productos del baño. Por un lado, el maquillaje, por otro, las cremas que te aplicas por la noche, los productos de higiene íntima, y así sucesivamente. Te será mucho más fácil encontrarlo todo a la primera. Un consejo: huye de las cajas opacas y decántate por modelos transparentes en los que puedas ver cómodamente lo que tienes sin necesidad de sacarla de su sitio o, siquiera, abrirlas.  

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Las cestas serán tus grandes aliadas

Si tienes un mueble de baño con un estante abierto no coloques los objetos al tuntún. Lo mejor es hacer uso de cestas o cajas decorativas en las que puedas tener todo a mano, pero fuera de la vista y ordenado. Puedes emplear cestas de fibras naturales que, además, añadirán un toque de calidez al baño. Las de tela o madera aguantarán también mejor la humedad que las de cartón. Y es que no hay que renunciar el estilo a favor del orden, ni viceversa. Hay muchos complementos de orden lo suficientemente decorativos para cumplir con ambos objetivos. 

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¿Qué hago con las toallas?

Lo que recomiendan las organizadoras profesionales es tener en el baño tan solo las toallas que estéis utilizando en ese momento. Como mucho, puedes almacenar también las toallas de mano, que se cambian con más frecuencia. ¿Y qué hago con las demás? Lo más adecuado es guardarlas con el resto de la ropa de casa. Así que destina un armario fuera del baño –puede estar en el dormitorio o en el pasillo– para almacenar el resto de toallas. Y recuerda que deberás cambiarlas un par de veces a la semana para que no acumulen bacterias. Como mínimo, deberías echarlas a lavar una vez a la semana. 

Leer: ¿Adicta al orden? Estas cuentas de Instagram calmarán tu sed de organización Así que destina un armario fuera del baño –puede estar en el dormitorio o en el pasillo– para almacenar el resto de toallas. Y recuerda que deberás cambiarlas un par de veces a la semana para que no acumulen bacterias. Como mínimo, deberías echarlas a lavar una vez a la semana. 

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No acumules de más en la ducha

La ducha suele ser uno de los puntos negros del baño. Ahí acabamos acumulando geles, champús, acondicionadores, suavizantes, cremas corporales… Por eso, lo mejor es limitar el número de productos que tienes en la ducha, eligiendo los que sean adecuados para todos los miembros de la familia. Asimismo, evita dejarlos en el suelo o plato de la ducha, así como en la repisa de la bañera, ya que serán molestos. Lo más mejor es contar con un estante donde puedas tenerlos a mano, pero no estorben. 

Si estás pensando en hacer reforma en el baño, plantéate crear una hornacina en la pared, donde puedas dejar los geles y champús sin que molesten. 

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Despeja la zona del lavabo

Cuanto más despejada esté la zona del lavabo, más ordenado parecerá tu baño. Así que, además de seguir todos los consejos que te hemos dado, busca un espacio dentro del armario para el bote de los cepillos de dientes. Aunque habrá ciertos elementos que sí o sí tienen que ir cerca del lavabo, como la jabonera, el dispensador de jabón de manos o la toalla. Para que sea más decorativo y puedas sentir que tu baño siempre está ordenado, agrupa estos objetos en una bandejita. Las de mármol son muy decorativas y quedan genial en el baño. También puedes hacerlo en una de madera de bambú, resistente a la humedad. 

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