Plantas tropicales junto con otras mediterráneas
Cuando abordan el diseño de un jardín canario en la península ibérica desde Fernando Nájera Paisajista siguen dos líneas: por un lado, emplear plantas propias de Canarias que están adaptadas al clima mediterráneo o mediterráneo continentalizado. Por el otro, utilizar plantas netamente ibéricas pero que se asemejen lo más posible a aquellas que podríamos encontrar en un jardín en las islas. Como ejemplo paradigmático las plataneras. “Las musas canarias no soportan el rigor invernal de Madrid, pero sí podrían hacerlo en Málaga. Así que allí donde hiela, usamos otra, la banana japonesa (Musa basjoo) que pierde su parte aérea en invierno y rebrota con gran fuerza en primavera. Los dragos no podemos emplearlos en zonas frías, pero en las costas y el sur sí prosperan”, relatan.
Las palmeras canarias son plantas bastante resistentes, por lo que salvo en zonas extremadamente frías podemos contar con ellas. También podemos emplear Cordylines, Phormiums o con la Yucca rostrata para emular la apariencia de drácenas o aloes. Otras plantas que pueden encajar en la estética de un jardín canario son los los pitósporos rastreros (Pittosporum tobira nana) y los romeros costeros (Westringias fruticosas). La grevillea arbustiva (Grevillea juniperina) o la flor araña (Grevillea lanígera) son también opciones muy válidas para lograr esos jardines volcánicos más áridos.
Y además de estas opciones, hay plantas mediterráneas como las salvias y el romero rastrero, que pueden integrarse perfectamente en estos jardines dando unos toques de color y volumen que difícilmente lograríamos de otro modo.
En la propuesta principalmente se muestran dos especies botánicas, la banana japonesa, originaria precisamente de Japón y China, y romerinos (Westringia).
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