Hemos hablado a menudo de los poderes mágicos que tienen los colores para imprimir vitalidad, calidez y amplitud a las estancias, sin olvidar la capacidad que poseen para potenciar las virtudes de una estancia y corregir, o al menos disimular, los defectos. Por eso, a la hora de pintar el pasillo, la elección del tono adecuado es más importante de lo que parece, ya que se trata de un espacio de la casa donde la decoración de interiores pasa a un segundo plano.
"Hoy en día hay muchas maneras de pintar el pasillo: entero de arriba abajo, con un zócalo a media altura o, incluso, con tablas de madera pintadas para darle un toque rústico. Otro truco es establecer un punto de atención al final que desvíe la vista de las paredes y acreciente el interés. Una pieza artística espectacular o un espejo darán sensación de claridad al espacio o, si te sientes creativo, pinta un mural o usa una cinta para crear rayas espectaculares”, apuntan desde Bruguer. Descubre más en estas ideas de decoración.
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