Para conseguir un salón de '10', el sofá debe ser tan cómodo como bonito. Esta pieza, que en muchos casos supone una gran inversión, es la estrella no solo del estar sino también de la vivienda en general. Siempre cumple una tarea importante, pero durante el invierno es sinónimo de tardes perfectas de manta y tele, siestas de domingo (o lunes), sobremesas con amigos, brindis de Nochevieja... Además, durante las Navidades puede dar mucho juego y hacer las veces de cama, por si un invitado decide quedarse a dormir a última hora o tienes la casa tan llena que necesitas una extra sea como sea. Si estás pensando en renovar el tuyo, los ‘buenos’ duran (casi) eternamente, o estás harta de que te duela el cuello y nunca sepas cómo sentarte, sigue leyendo. Tenemos el sofá de tus sueños.
1. Cómodo, pero firme
Además de la estructura, el relleno de los cojines es lo que te va a proporcionar mayor o menor confort cuando te sientes. “Si va a tener un uso frecuente y familiar, lo ideal sería elegir uno de viscoelástica, fibra hueca siliconada y espuma HR (la que se emplea en la fabricación de colchones ya que no se deforma fácilmente y tiende a recuperar rápidamente el aspecto original). Mientras que para uno con menos uso, puedes optar por un relleno de plumas o de pato, muy agradable, mullido y cálido. Sin embargo, el precio del sofá se incrementa y en todo caso es mejor elegir un híbrido donde las plumas estén solo en el respaldo y el asiento sea más resistente”, aconsejan desde La Oca. Con estructura de madera maciza, el Bigger tiene los cojines de los asiento rellenos de espuma, mientras que los del respaldo son de fibra hueca siliconada y conforel, lo que garantiza un plus de comodidad durante más tiempo. Modular y totalmente desenfundable, está disponible en distintas medidas, también con ‘chaise longue’, y en un amplio abanico de tapicerías.
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