La decoración de la cocina se amolda al uso que se le da, al sentido que tiene en un espacio. Cada vez más se tiende a darle protagonismo a la cocina como centro de la vida en casa. Como ese espacio en el que se une todo. Se comparten momentos de cocinado pero también un aperitivo, una copa, los deberes, el trabajo, la toma de decisiones… Nos gusta reunirnos alrededor de la comida y la cocina se diseña para que en ella tengan cabidas todas las actividades que realizamos en casa y todas las personas importantes. Aquí vas a ver cocinas que son pura inspiración para diseñar la tuya con esta idea.

Cocinas abiertas: el punto de unión y reunión

Cocinas para compartir y para vivir. Esa es la idea de una cocina que por lo general se diseña abierta. Esa ausencia de tabiques abre el espacio, lo convierte en un lugar más espacioso que invita a estar y a que sea usado por muchas personas que se acercan hasta ella. Las cocinas vividas cuentan con espacios para estar con barras o mesas cerca de la zona de preparación de alimentos. Lo crucial es crear cocinas espaciosas. Integrar la cocina en el comedor o en el estar o en ambos ambientes (como en esta propuesta de Porcelanosa) hará que tengas un gran paso en el diseño de tu cocina para vivirla.

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Con isla y comedor

Ubicar el comedor a continuación de la cocina, tenga esta solo un frente de muebles o una distribución en dos frentes con península o isla es una solución que invita a vivir la cocina. Mientras alguien está preparando la comida, comparte lo que sucede en la mesa de comedor, puede participar en la conversación. La mesa de comedor es el lugar en el que igual se hace la sobremesa que se trabaja o estudia. Ancerl Studio abre la cocina al comedor aquí, con una isla que marca la transición. Todo en blanco, con muchos muebles de almacenaje y la sofisticación del mármol presente en algunos paramentos. El comedor contrasta en madera y textiles que hacen que el espacio sea muy cálido y confortable.

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En espacios más pequeños, la cocina también es para vivirla

Este es un ejemplo de cocina que ha ganado espacio al eliminar tabiques y optar por un diseño y distribución abiertos. Y es que hasta las cocinas pequeñas puedes diseñarse para compartir momentos. Las barras con taburetes en la cocina son un elemento que anima a sentarse en ese espacio mientras se cocina o preparan los platos. Una barra en la que los amigos pueden sentarse a tomar algo, los niños a preparar deberes o cualquiera a echar una mano picando alimentos. Y todo con una invitación a sentarse y participar de cualquier manera en lo que allí sucede. Este espacio ha sido diseñado por Andrew Franz Architect.

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Un ejemplo de cocina para vivirla

Este proyecto lo tiene todo para vivir la cocina y compartir. No solo el espacio en sí de trabajo se diseña para invitar a estar sino que además cuenta con ventanales que comunican con el exterior, donde se encuentra el comedor al aire libre. Toma nota de esta idea: una mesa de comedor que se integra en la isla de cocina, usándola como apoyo. Cuando se diseña una cocina con este concepto es importante elegir colores y materiales que hagan del espacio un lugar extra confortable. La iluminación jugará un papel esencial en el cometido. Esta cocina está proyectada por Santiago Interiores con muebles de Santos (concretamente el modelo Fine en negro seda LAH).

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Cocina en azul y comedor anexo

Una cocina diseñada por Sube Interiorismo en azul, alegre y vivaz. Su punto fuerte es abrir la zona de trabajo -que se mantiene independiente por distribución- al comedor, lo que favorece compartir momentos. Se acortan los paseos y no se pierde el hilo de la conversación cuando hay una reunión. En este caso, no se ha buscado el contraste, sino la unidad al escoger los acabados y estilo de cocina y comedor.

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Con la mesa adosada a la isla

Hay diseñadores que optan por un estilo sofisticado para la cocina de manera que no desmerezca al abrirla a otros espacios como el salón o el comedor. Incluso con un diseño de muebles de cocina que disimulan su esencia. En este caso, la interiorista Natalia Zubizarreta apuesta por esta idea con una cocina luxury que apenas deja a la vista elemento "de cocina". En este cometido tienen mucho peso los nuevos electrodomésticos, cada vez más cuidados en diseño; y las soluciones que permiten integrar, ocultar, empotrar, abatir… La mesa de comedor se adosa a la isla y contrasta en acabado madera, cuero y negro en todo el conjunto (mesa, sillas y lámpara), en un contraste cromático con el resto del espacio.

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Cuando el comedor de la cocina es extra confortable

Esta cocina es para vivirla porque su distribución y concepción lo favorece. Un comedor de línea redondeada con un banco adosado a la pared y una mesa circular, que se orientan hacia la cocina, haciendo partícipe el espacio de lo que allí ocurre. Una cocina abierta con isla con barra y muebles que no saturan. La iluminación crea un ambiente agradable, con diferentes soluciones (de pared, sobremesa y de techo), de manera que cada rincón cuente con su luz.

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Moderna y cálida al mismo tiempo

Una cocina para vivirla tiene que estar planificada de manera que lo estético no choque con lo funcional. Ambos conceptos pueden estar presentes. Y deben. La cocina ha de responder a la necesidad de almacenaje, con espacio para guardar y preparar. Y no se puede prescindir de nada. Además, ha de sumar ese diseño abierto que integra la vida, ese comedor, ese espacio de barra, un office que parece más un comedor. Este espacio diseñado por Kvik, con muebles de cocina en negro de la serie Prato, aúna estética y capacidad, con un diseño modelo en el que la península cuenta con soluciones para organizar en la cara que da al comedor.

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El comedor, centro de la cocina

Si el espacio lo permite, una distribución de la cocina en L o en U, que favorecen la organización del triángulo de trabajo, con muebles adosados a las paredes -como en este ejemplo de Saitra Cocinas- deja el espacio central despejado para ubicar allí un comedor que haga que toda la vida gire a su alrededor. La mesa en sí se convierte en un elemento más de apoyo y preparación, no solo para comer o cenar. En este caso, todo mantiene una unidad en tonos tostados, suaves y cálidos. La mesa y la lámpara central de techo añaden sofisticación al conjunto.

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Delimitar visualmente salón y comedor a través del mobiliario

Para integrar el comedor y ganar más espacio de almacenaje, es posible "alargar" o llevar el mobiliario de cocina hasta el comedor o salón con muebles que apoyan el espacio. Aquí puedes verlo con un módulo adosado a la pared con mueble bajo con cajones y una columna central de estantes, que integra el comedor y favorece la percepción de cocina y mesa como un todo, más independiente del salón, que se sucede a continuación. El pavimento y revestimiento porcelánico de la pared es de la colección Harlem de Aparici.

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