Los techos son injustamente los grandes olvidados de la decoración, cuando aparte de ocupar una buena superficie de nuestro espacio visual, podemos lograr bellos efectos con ellos más allá de instalar alguna moldura ornamental o luz perimetral que los enfatice. Por ejemplo, con los techos de madera los ambientes ganan en profundidad y lucen increíblemente acogedores. Aparte de su estética, te beneficiarás de que se trata de un perfecto aislante acústico y térmico, sobre todo si entre el techo de obra y el revestimiento en madera empleas algún material específico entre ellos que refuerce estas características, como la lana de vidrio.

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¿Qué variedad de madera seleccionar?

Si vas a dejarla sin pintar o tratar con barnices que modifiquen su color natural, lo importante es la tonalidad que presentan y si tienen nudos o vetas. Buenas opciones son el pino, el abeto, el roble o el fresno, y en el caso de recubrir techos de un porche, apuesta por variedades tropicales, como la teka, la jatoba o el merbau, resistentes en exterior.

Si te preocupa la sostenibilidad, comprueba que la madera tiene certificados que garantizan que proceden de bosques y plantaciones bien gestionados, como el sello FSC.

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Madera tratada

Otra opción decorativa es tratar la madera del techo con pinturas, barnices, ceras o aceites. Piensa que lo ideal es que los materiales sean ecológicos y naturales, que dejen el poro abierto; y decide qué acabado quieres que ofrezcan, pues algunos dejarán la superficie satinada y brillante, mientras que en otros casos el aspecto será totalmente mate.

El efecto decapado como el que regala este dormitorio es muy bello y ofrece un toque romántico al ambiente.

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Ganar en textura con el OSB

Formados por virutas de madera prensada, los tableros OSB resultan una alternativa sostenible y con ellos los techos ganarán en interés visual, gracias a su riqueza de matices. Los encontrarás en diferentes tonalidades, dependiendo de la variedad de madera base empleada y del encolado, desde el amarillo paja hasta un marrón claro. Los tableros OSB son un material considerado menos noble que la madera, por lo que su coste es inferior y, encima, comparten las mismas prestaciones en cuanto a aislamiento.

El OSB ha sido la elección de Arquima para recubrir los techos de este salón-comedor.

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Enorme versatilidad

¡La madera en cualquier lugar luce bien! Y arropa los ambientes. Una de las mejores opciones de seleccionar el techo en este material es que incluso podrás fabricar muebles con él, consiguiendo ambientes bien integrados. Es lo que ha hecho Neus Casanova, del estudio Degoma design, en este comedor moderno con los frentes del armario y el techo de roble.

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Efecto envolvente

De igual modo que en el caso que hemos visto antes, con mobiliario a medida de suelo a techo, puedes crear un efecto envolvente similar si revistes de madera tanto las paredes como el techo. Es algo que funciona bien en cabañas de montaña, casas rústicas o incluso viviendas de estilo actual.

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Con o sin vigas

Para un efecto más depurado, deja el revestimiento solo. Añade vigas si quieres crear un punto de interés más acentuado o si la decoración de la casa es de estilo rústico.

En el plano ya no de diseño de interiores sino arquitectónico, las vigas se instalarán cuando sean necesarias, como en esta habitación proyectada por Dom Arquitectura en la que la madera se emplea en el techo inclinado, las vigas y, además, los muebles y el arrimadero de pared.

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Acertada iluminación

Si vas a dar a protagonismo a algún techo de la casa forrándolo en madera, qué mejor manera de hacerlo acompañándolo también con una iluminación artificial que quede a la altura, por ejemplo, con luz ambiental que remarque el entramado de vigas, como hace aquí Toio Architecture. Otra opción acertada es la luz perimetral a base de tiras LED.

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Ideal para altillos

Una estructura en el que el suelo del altillo sea de madera y, por tanto, el techo del área inferior también, resultará muy estética, será fácil de construir y, además, ligera. Así que ese es el motivo por el cual es tan empleado cuando se rentabiliza el espacio en vertical con una entreplanta.

En la imagen vemos un pequeño estudio reformado por la arquitecta Marta Badiola, fundadora de Pura Arquitectura, en el que se sitúa el dormitorio en el altillo.

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