Ir a la búsqueda del lavabo para el baño más idóneo puede resultar realmente abrumador, dado que el mercado ofrece infinidad de opciones en tamaños, formas, materiales y, por supuesto, también precios. En esta guía te daremos todas las respuestas para incorporar en el cuarto de baño o el aseo de cortesía el lavamanos correcto. ¡Toma nota de todas las claves!

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Adaptado al espacio (y al uso)

No hay peor error en decoración que no guardar las proporciones del espacio. Así, en un baño grande y en especial si la familia es numerosa, el lavabo debe ser también de formato grande o bien, si se prefiere, se pueden instalar dos de ellos, de modo que los miembros de la familia puedan arreglarse al mismo tiempo. Mientras que para aseos de pequeñas dimensiones podrás encontrar modelos realmente minis. Eso sí, es mejor optar por un modelo no muy reducido para evitar las salpicaduras de agua.

En la propuesta el interiorista Noé Prades incorpora a un baño de cortesía un lavabo negro de la firma Cielo, que lleva las patas y un estante en mármol incorporados. Al ser todo de una pieza se facilita la limpieza.

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Forma de colocación

En este aspecto, las posibilidades son bastante amplias.  

• Encastrados: pueden ir sin bordes (como en la propuesta de la imagen, una reforma de FFWD arquitectos) o con ellos. Los primeros ofrecen una imagen más depurada y moderna.

• Semiencastrados: vemos el frontal pero la pieza queda ajustada en el mueble bajolavabo.

• Suspendidos: quedan volados y, si además no se acompañan de mueble debajo, como hace aquí Noé Prades, se verá el sifón. Pero en baños de pocos metros ofrecen la ventaja de resultar ligeros visualmente y de dar protagonismo al revestimiento de pared.

• De una única pieza: son de materiales sintéticos que permiten estas posibilidades y, al no presentar juntas, se facilitan las tareas de limpieza. También pueden formarse con piedras, aunque es una opción bastante costosa.

• De sobrencimera: normalmente tienen forma de cónica, circular, cuadrada o rectangular y reposan en la encimera, por lo que hay que tenerlo en cuenta a la hora de planificar el baño y la altura a la que instalarlo.

En la propuesta Egue y Seta se decanta por lavabos redondos proporcionados por la tienda Jòdul, acompañados de una grifería mural.

Aunque también existen los modelos de pedestal, lo cierto es que han quedado algo obsoletos y se emplean muy especialmente en los baños de estilo clásico. El motivo de que no se lleven es que no permiten instalar un mueble bajolavabo debajo.

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Materiales más habituales

A las tradicionales cerámica y porcelana en los últimos tiempos se han sumado las resinas.

• Cerámica: es dura y resistente y presenta un atractivo acabado brillo.

• Porcelana: estéticamente similar a la cerámica, la porcelana es más fina y elegante, en cuanto a prestaciones son prácticamente iguales.  

• Resina: se trata de materiales sintéticos muy higiénicos y que soportan golpes, difícilmente se rayan y consiguen superficies continuas con la encimera si se desea.

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Otros materiales más alternativos hoy

• Piedra: con la belleza de ser piezas únicas, son porosas y más delicadas que otras opciones, pero regalan unos lavabos muy auténticos, en ocasiones muy vistosos visualmente gracias a las vetas. En la imagen Raúl Sánchez Architects se decanta por un espectacular y elegante mármol de Macondo.

• Cristal: Lo puedes encontrar en muchos colores y también resulta higiénico. El único inconveniente es que deberás pasar con regularidad un paño para que no le queden marcadas manchas de cal.

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¿El imperio del blanco?

Tiempo atrás apenas encontrábamos lavabos de otro color que no fuera el blanco, pero actualmente las opciones se multiplican, si bien es cierto que su implantación en los baños es todavía minoritaria.

¿Qué colores hay disponibles si quieres zafarte del blanco? Principalmente tonalidades neutras como cremas, grises o negros.  

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¿Cómo será la grifería?

Un último aspecto a considerar antes de seleccionar el lavabo es si la pieza incorporará la grifería o, como vemos en la propuesta de la imagen, ambos elementos irán desvinculados. En este segundo caso hay la opción de que se instale entonces en la encimera o también la grifería puede ser mural. Cuando la grifería va encastrada en el lavamanos, se podrá optar por un modelo de caño alto, bajo o de altura estándar.

Mucho menos comunes son los lavabos que se acompañan por una grifería de pie, con la instalación en el suelo del baño.

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