Está demostrado que las habitaciones con luz natural no solo se ven más amplias, sino que aportan energía positiva, imprimen calidez e, incluso, se ven más bonitas porque todo luce en ellas más y mejor. Aunque no podemos poner una ventana donde no la hay, ni eliminar el rascacielos de enfrente que ensombrece la estancia, sí que podemos poner en marcha estas prácticas ideas de decoración que aprovecharán cualquier rayo a su favor. También es importante ver sus posibilidades y no condenarla al ostracismo, como cuarto de trastos o habitación del miedo, solo porque sea oscura.
1. Pinta tus paredes en... ¡blanco!
Una vez que tus ventanas dejan entrar más luz, esta deberá poder reflejarse tanto como sea posible. Para ello, nada mejor que una mano de pintura en colores claros. Esto no significa que tengas que pintar toda la estancia de blanco (aunque esta opción siempre asegura el éxito), sino que optes por tonos suaves, muy claros. En función de la orientación, hay ciertas tonalidades que funcionan mejor. Así, las que dan al sur, mejor en colores fríos, las de orientación norte, cálidos. De manera que evites poner azul en las más frías y amarillo en las más cálidas. Ten en cuenta que si eliges un acabado satinado, multiplicarás sus efectos.
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