El arte se ha convertido en objeto de deseo de las casas actuales. Aunque los cuadros se han hecho un lugar en los interiores modernos, son las láminas y pósteres los que realmente se han adueñado de nuestras paredes. ¿A su favor? Su precio más asequible, su valor decorativo, la capacidad para adaptarse a los gustos y estilo de cada uno y la facilidad con la que te permite cambiar la decoración cuando te has cansado de ella o simplemente estás en otro momento ‘deco’. Además, de las láminas de inspiración japonesa, vegetales o de paisajes, la tendencia de decoración del momento recupera del cajón de los recuerdos los años 2000 y los de inspiración retro, muy de los 50. Por cierto, el de esta imagen de Horm que parece sacado del universo Marvel es en realidad un famoso cartel que el artista Achille Luciano Mauzan realizó en 1922. Por si te lo preguntabas, lo que promociona es la pasta italiana.

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¡Los 2000 han vuelto!

Con pósteres de cantantes y actores famosos, pero también con mensajes que evocan una forma de vida o al menos una parte de ella. ‘All Back to Mine’ hace referencia a un programa de televisión de 1999 donde el presentador Sean Rowley visitaba las casas de músicos reconocidos, donde disfrutaban de sesiones de música que no terminaban nunca (¿A dónde van todos cuando termina la fiesta?). En esta propuesta de LimeLace es la estrella del espacio, tanto por su ubicación como por la decoración (minimalista) que lo acompaña como por su tamaño y su aire de neón. Ideal para lucir solo en la pared de tu salón.

De cine

El cine y la música aseguran siempre el éxito, ya que puedes adaptarlos a tus preferencias y cambiarlos, por poco dinero, cuando quieras. Desde fotografías de estrellas hasta portadas famosas de un disco (‘Nevermind’ de Nirvana está muy de actualidad por otros motivos) o un cartel de una película exitosa te ayudarán a definir el estilo decorativo de la estancia. Aunque puedes poner este tipo de pósteres en cualquier estancia, son perfectos para el dormitorio, como el de esta propuesta de SofaCompany que luce sobre la pared del cabecero. Se trata de una escena emblemática de Katherine Hepburn en el filme ‘Historias de Philadelphia’, cuyos pantalones de pierna ancha supusieron en su momento una auténtica revolución.

Llamativos y en formato XL

En esta propuesta, el impresionante cartel de la primera película de ‘King Kong’ de 1933 actúa como una auténtica pared de acento, si aplicamos al concepto de “aquella que tiene más protagonismo sobre las demás, creando un gran impacto visual”. Para que realmente se produzca este resultado, el póster debe ser lo suficientemente grande y llamativo y convertirse por méritos propios en el rey de la estancia. Con permiso, incluso de las bellas telas de Andrew Martin (Lizzo en Pepe Peñalver).

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Bien acompañados

Si no son de tamaño XL, lo mejor es que combines varios, para que formen un conjunto equilibrado y no se vean deslucidos. Lo ideal es que tengan algo en común, que no tiene que ser necesariamente el tema, sino que puede ser el marco o el color, como en esta propuesta de K&L Wall Art donde el blanco y negro actúa como nexo de unión, y que encajen con el resto de la decoración. Aunque pueden ir por libre, lo ideal es adaptarlos a los elementos y textiles que les rodean, para que formen parte del estilo. Sobre la pared del sofá tienen el éxito asegurado.

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En modo ‘collage’

La influencia de los años 2000, se plasma también en las composiciones en modo ‘collage’, como la de la imagen. Llenar tus paredes de personajes famosos, cantantes, actrices o, incluso, ‘influencers’ es muy de esa época. También se admiten carteles de películas, ‘Pulp Fiction’ es una de las más recurrentes, aunque hoy hablaríamos de series como ‘The Umbrella Academy’ o de ‘American Horror Story’. La clave está en llenar todo el espacio hasta que no quede un hueco libre y en ponerlo cerca de tu rincón de oficina en casa, para que su visión te ayude a desconectar en los momentos de mayor tensión. Por cierto, Isabel Preysler es una auténtica experta en hacer 'collages' con fotos familiares. 

Estilo retro

Los fans de la década de 1950 están de enhorabuena porque los anuncios antiguos de una ciudad, una marca o un evento, como este del Gran Premio de Mónaco de 1959 que da vida a una cocina decorada por Natalia Willmott han vuelto a la decoración de interiores por la puerta grande. Sin otros accesorios, el cartel te ayudará a dar un aire decididamente ‘vintage’ al espacio. Otra buena manera de recrear ese aire retro es a través de reproducciones de fotografías en blanco y negro. Las de Robert Doisneau son una apuesta segura. Por cierto, si este artista ya tiene un lugar en tu casa y en tu corazón, no te pierdas la exposición ‘Robert Doisneau/Isabel Coixet. Palm Springs-Benidorm’ que se inaugura hoy y dura hasta el día 30 de septiembre en la Biblioteca Central de Cantabria, dentro de PHotoEspaña 2021.

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Paisajes

Si tienes espíritu viajero y el confinamiento ha sido un calvario, las láminas de paisajes, como este de Abstract, te permiten escapar y recorrer el mundo desde el sofá de casa y sin costosos billetes de avión. Tierras africanas, campos infinitos, playas caribeñas o capitales como París y Nueva York decoran tu salón y potencian al trotamundos que llevas dentro. Las botánicas y las de motivos marinos son también tendencia, pero su poder para viajar está algo más limitado.

Temáticos

Podemos crear composiciones de láminas por el color de su marco, el tamaño o el tema o podemos ir más allá, como ha hecho esta propuesta de Poster Store, y diseñar un santuario de un personaje, real o fantástico, que nos haya marcado o con el que nos sintamos identificados. Este de Frida Kahlo es exótico, deslumbrante y bello y nos encanta por su colorido y su poderoso aire femenino. La idea de incluir láminas con mensajes nos encanta y eleva nuestro ánimo: ‘Pies, ¿para qué os quiero si tengo alas para volar? 

Sin marco

Resulta una obviedad decir que una obra, incluso si se trata del dibujo de tu hijo, con marco siempre aporta un plus de estilo y una nota ‘chic’ al conjunto. Sin embargo, no podemos olvidar las ventajas de prescindir de él. Resulta la mejor opción para casas de alquiler donde vas a estar de forma temporal, evita que tengas que hacer agujeros (aunque hay soluciones para estos casos), tus gustos cambian de mes en mes y lo que te gustaba hoy, lo odias mañana, o prefieres ese ‘look’ informal que dan las obras al natural. A la hora de colgarlos, hay varios trucos DIY que siempre funcionan. Puedes hacer que se parezca a los del colegio, como el de la imagen, usando una percha metálica y un listón de madera en la parte inferior y en la superior; pegarlos con cinta adhesiva o con celo de colores. Recuerda que la gracia está en que se note el carácter artesanal. Por eso, olvídate de la cinta de doble cara.