Si estás pensando en ofrecer un toque de estilo al despacho en casa, seguro que te interesa este paso a paso en el que te mostramos cómo fabricar tú misma un espectacular reposapiés de madera con la base enmoquetada para ofrecer un tacto muy cálido a tus pies. Pero además, es una pieza muy práctica porque ayuda a mantener una postura ergonómica y, en este caso, su altura y su inclinación se puede nivelar a tu gusto.

Es un DIY con una dificultad media, pero seguro que con todos las explicaciones que nos ofrece Cadena 88 puedes realizarlo con éxito. Tendrás así un precioso reposapiés de estilo nórdico que no puede más que enamorar a quien lo vea, y al usuario que lo disfrute, claro está.

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Materiales y herramientas necesarios

• Tablones y listones de madera

• Moqueta

• Cola de madera

• Taladro

• Sierra

• Cúter

• Alicates

• Tornillos

• Palometas

• Taco de lija

• Metro-flexómetro

• Mordaza de ensamblaje

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Corta y mide los tablones  y los listones

Empieza midiendo y cortando los tablones de madera para hacer la base y los laterales. Debes cortar unas piezas con las siguientes medidas:

• 1 pieza de 40 x 35 x2 cm

• 2 piezas de 35 x25 x1 cm

  Mide y corta los listones para hacer los travesaños. Aquí las partes que necesitarás cortar deberán medir:

• 1 pieza de 34 x 3 x3 cm

• 1 pieza de 40 x3 x 3 cm

• 2 piezas de 35 x 3 x3 cm

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Haz las muescas de los laterales

Las muescas en los laterales servirán para regular la altura y la inclinación de la plataforma. Utiliza el metro-flexómetro y el lápiz para hacer las marcas. Pero primero, recorta la plantilla y ayúdate de ella para dibujar en la tabla de madera dichos niveles de regulación. Cerciórate de que queden bien perpendiculares a la tabla de madera.

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Momento de cortar

Fija las tablas con dos mordazas de ensamblaje. A continuación, primero sierra las puntas con una broca de madera y luego ya puedes hacer el resto de huecos con la sierra caladora, prestando mucha atención para que no se produzca ningún accidente.

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Lija las piezas de madera

Ahora lija todas las piezas que has obtenido en los pasos anteriores, para que así los bordes queden bien pulidos y no queden restos de corte en el interior de los agujeros practicados en las dos piezas laterales.

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Refuerza la base y únela

Pasa a reforzar la base colocando tres travesaños: uno en el medio y los otros dos en los laterales, como vemos que quedan en la imagen inferior. Y haz los agujeros que servirán para unir la base y los laterales mediante tornillos.

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Prepara la moqueta sobre la que colocarás tus pies

El siguiente paso será pegar la mullida moqueta con cola específica para ello. Recuerda dejar secarla el tiempo indicado por el fabricante y luego ya puedes colocarla delicadamente, procurando que quede lisa.

Posteriormente, recorta con un cúter toda la moqueta sobrante de los laterales.

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¡Llegó el momento de barnizar!

Antes de todo, deberás haber decidido si quieres un barniz incoloro o, por lo contrario, uno que ofrezca una tonalidad diferente a la madera y también, si deseas que proporcione un acabado satinado o lo prefieres mate.

Luego, ponte guantes para no mancharte y aplica el barniz a cada una de las piezas y deja secar.

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Prepara la estructura y refuérzala con un travesaño

Con las piezas barnizadas, llega el momento de que montes la estructura con los tornillos. Ya puedes ajustar la pieza central (en la que hemos puesto la moqueta) según vaya mejor a tus necesidades y podrás variar la posición siempre que desees.

Para cerciorarte de que el reposapiés queda bien seguro, lo tienes que reforzar añadiendo un travesaño, tal y como puedes ver en la imagen.

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Tu reposapiés listo para lucir en el despacho

El reposapiés no es solo un bonito y decorativo accesorio en tu oficina doméstica, sino que además es una pieza muy útil mientras estás frente al ordenador, porque favorece adoptar una postura óptima. Así que manos a la obra y, ¡anímate a construir el tuyo!

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