Situada en Valldoreix, en plena Sierra de Collserola y a escasos minutos de Sant Cugat (Barcelona), esta vivienda tiene todo para ser el refugio perfecto de una familia que quiere vivir cómodamente en el campo, respetando la naturaleza y aprovechando las condiciones climáticas y geográficas del lugar. Todo ello con una decoración de interiores cuidada, donde los materiales naturales, especialmente la madera, visten (casi) de arriba abajo todas las estancias, aportando un toque cálido y confortable, donde es imposible no sentirse bien.

Arquitectura comprometida

Tanto con el medio ambiente como con las personas. Diseñada por el estudio de arquitectura 2260mm y construida por Arquima, la parcela tiene sentido descendiente desde la entrada, con vistas hacia el norte. Anclada al terreno, cuenta con una planta superior de acceso y una inferior semienterrada. La inferior es una pieza compacta, ligeramente trapezoidal por la forma de la parcela, mientras que la superior se sitúa encima, con un cuerpo en la zona este que forma una planta en L y nos conduce a la entrada. La casa es un volumen compacto, en el que predomina el color blanco, con aberturas (ventanas y puertas) situadas en función de las vistas y las necesidades de cada estancia, de madera de pino laminado, manteniendo su color natural.

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Espacio único

Una gran pieza ocupa toda la planta superior, dando al jardín por el sur, junto al acceso, y con magníficas vistas al norte, disfrutando además de ventilación cruzada. La vida se desarrolla en esta gran sala, que es cocina, comedor y salón. Al ser toda abierta, se favorecen las relaciones familiares, de manera que cada miembro puede estar realizando una actividad (cocinar, leer un libro o hacer los deberes) en compañía del resto.

Arquima, empresa especializada en construcción pasiva industrializada, utiliza materiales saludables y con propiedades higroscópicas (que absorben la humedad), como la madera, las fibras naturales y los morteros de cal. Respecto a la decoración de interiores, el blanco viste las paredes, mientras que el pavimento de madera unifica los distintos ambientes de este espacio común, aportando al mismo tiempo calidez. La mesa de comedor alta con las sillas desparejadas imprime dinamismo y sensación de ‘casa vivida’.

Rincón de estar

La presencia de la madera y una decoración muy cuidada por parte de los propietarios, muy sensible a la utilización de materiales naturales y sostenibles, dan a la casa un aire confortable y agradable. Este rincón del salón es una auténtica delicia. Situado junto al gran ventanal, la luz natural posee el mismo protagonismo que el resto de piezas, entre las que destacan dos butacas de fibras vegetales (una de las tendencias de decoración del momento), una mesa auxiliar con sitio para guardar y un aparador bajo, cuya repisa sirve para exponer objetos y fotografías, entre los que se intercalan plantas verdes.

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Chimenea en el salón

Este refugio en plena naturaleza posee la calificación energética A, es decir, su consumo es casi nulo (con un ahorro de entre un 70 y un 90%), debido a su aislamiento térmico, que evitan la pérdida de calor y mantienen una temperatura agradable en cualquier época del año y a su uso de la arquitectura bioclimática, que aprovecha al máximo la luz natural y la radiación solar y establece un sistema de ventilación eficiente.

El salón cuenta con un ventilador de techo para el verano, ideal para refrescar con el mínimo consumo, y con una chimenea que no solo calienta esta estancia, sino que distribuye el calor por el resto de las estancias. Para proteger el pavimento, el parqué se ha sustituido por baldosas.

Relacio

Cocina con isla

De inspiración ‘vintage’ con un frigorífico años 50 y una campana decorativa a juego, la isla de cocina es el elemento principal de la cocina, al albergar la placa y una barra para desayunos y comidas informales. La madera sigue siendo el material estrella. Presente en el suelo, la encimera, las superficies de trabajo, los taburetes y las ventanas, aporta un toque de calidez que hace aún más agradable el ambiente. La luz natural es también clave para crear sensación de hogar.

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Dormitorio principal

Una escalera nos conduce a la planta inferior, pegada a la fachada sur, que se convierte en el semisótano en un muro de hormigón que se deja visto. Esta escalera actúa además de lucernario, llevando la luz del sur a la planta inferior. Esta planta, en total la casa tiene 191 metros cuadrados, acoge la zona de noche, con tres habitaciones, todas con acceso al jardín norte, y dos baños.

El dormitorio principal apuesta por la sencillez decorativa, vistiendo de blanco las paredes y ropa de cama y prescindiendo de cabecero. Para hacerlo cálido y acogedor, se introducen pinceladas naturales como el sombrero de paja o el ramillete de flores secas.

Armario abierto

La madera, además de usarse como material aislante y acogedor, es el nexo de unión de toda la casa. Además de en el suelo y en la carpintería de las ventanas, ‘toma’ también los muebles del dormitorio de matrimonio. Llaman la atención las dos estanterías que actúan como un auténtico vestidor a la vista, con cajones en la zona inferior y baldas en el resto que se usan tanto para la ropa doblada como para guardar complementos y accesorios en cestas. Bajo el mueble se ha creado un improvisado zapatero.

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Habitación infantil con litera

En la habitación infantil se ha adosado una litera a la pared, lo que deja un espacio central que se puede usar como zona de juegos, cuando los niños son pequeños. Con salida al jardín, la madera y el blanco vuelven a ser protagonistas en la decoración de interiores, donde, incluso, las cortinas, la lámpara de techo y la ropa de cama (blanca con motivos verdes y amarillos) son de este color.

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Baño moderno y funcional

Al igual que el resto de la vivienda, el baño (la casa tiene dos) es sostenible por fuera y por dentro. Con un cierto aire industrial, debido a la mampara con perfiles negros, típicos de este estilo, y las paredes de cemento, el contrapunto lo ponen el bajolavabo de madera y el espejo redondo, dos pinceladas llenas de calidez. Nos encanta el contraste con el suelo negro y detalles ‘deco’ como el cesto de fibras vegetales y las escaleras con función de toallero.

Porche con pérgola de madera

Situado en la fachada sur actúa como protección solar para el interior, al mismo tiempo que amplía la zona de estar de dentro. La pérgola de madera con techo de caña ofrece un agradable rincón a la sombra para leer un libro, descansar o desayunar los fines de semana. Lleno de encanto, se ha vestido con un banco, butaca y sillas de madera (¡no podía ser de otro material!) y una gran planta verde.

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