A la buena sombra
La fachada tiene dos caracteres diferenciados: en la planta inferior, en contacto con la arena y los bañistas, el material es duro, texturizado y rugoso, mientras que el resto de la vivienda se resuelve con una fachada ventilada de piezas cerámicas de gran formato, blancas y brillantes. “Estas piezas reflejan el sol, y los diferentes tonos del mar y el cielo en cada momento, significando así su entorno”, detallan en Martín Lejarraga Oficina de Arquitectura.
Destaca también que para procurar sombra al exterior se construye una pérgola ajardinada, como la cubierta. Para ambas se apuesta por vegetación autóctona de las playas levantinas. Llama la atención que dicha pérgola se separa del volumen principal, “para potenciar el efecto de elemento externo y adicional a la vivienda, para no aumentar el volumen de la construcción original y con la intención de crear un lugar diferenciado al espacio interior que propicie otro tipo de situaciones que no se dan dentro de la vivienda”, prosiguen los responsables del proyecto.
Leer más: Un jardín a la sombra: todas las posibilidades para protegerse del sol