Los espacios diáfanos sin divisiones transmiten sensación de amplitud y resultan muy luminosos. Sin embargo, a veces es necesario compartimentar el espacio para que resulte más funcional. Aquí tienes algunas ideas para conseguirlo sin tener que levantar tabiques ni hacer obras.

Separar con pavimentos diferentes

Instalar un suelo distinto en cada uno de los espacios que queremos delimitar es una buenísima idea para marcar una separación entre ambas zonas. Esta es una solución muy práctica cuando se desea separar una cocina, por ejemplo, de un salón.

Como en el ambiente de la imagen, decorado por Pia Capdevila, donde se instalaron baldosas hidráulicas en la zona de la cocina y madera en el resto del espacio, que correspondía al comedor y al salón.

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Muebles y accesorios que dividen

Utilizar el sofá como un elemento divisorio para separar dos ambientes dentro del salón, por ejemplo la zona de estar y el comedor, es un recurso muy empleado por lo efectivo que resulta. No necesitas más para lograr zonas compartimentadas.

Para acertar de pleno conviene que el sofá sea de respaldo bajo para que no destaque demasiado y así no se convierta en el elemento central del salón.

También es buena idea colocar dos alfombras grandes, una en cada zona a separar. Esta forma de dividir desde el suelo resulta muy efectiva.

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Tabiques de cristal correderos…

Se trata de una forma de separar ambientes que resulta efectiva y decorativa a la vez. Los tabiques de estructura de hierro y cristal dividen el espacio sin impedir que la luz natural circule libremente, con lo que no se pierde luminosidad. Una forma genial de delimitar diferentes zonas dentro de un espacio diáfano.

Cuando se trata de paredes de color negro aportan al espacio un aire industrial muy atractivo y especial. En la imagen, grandes paneles correderos de cristal cierran este salón firmado por la interiorista Natalia Zubizarreta.

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…O paneles fijos

Instalar una estructura de hierro pintada de negro con cristal que quede fija para separar dos ambientes es una idea muy decorativa y actual.

Tiene cabida en cualquier zona de la casa, desde el salón, la cocina o el cuarto de baño, como en la imagen. En este espacio decorado por Natalia Zubizarreta la zona de la bañera queda separada de los lavabos por uno de estos paneles.

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Un banco con espacio de almacenaje

Este banco metálico, un diseño de Ikea, parece creado especialmente para separar dos zonas de forma práctica. Sirve, además, para exponer ciertos objetos a la vista en el panel vertical. También cuenta en la parte inferior con una zona para guardar que resulta de lo más práctica.

En la imagen, el banco separa una pequeña zona del salón para que haga las veces de gimnasio doméstico. Y como está equipado con ruedas, una vez no necesites dividir el espacio no tienes más que recogerlo.

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Una isla entre la cocina y el salón

Las cocinas abiertas son tendencia en los últimos tiempos. Aunque no han sido muy habituales en las casas de nuestro país, actualmente se eligen con mayor frecuencia, quizá para aprovechar la magia decorativa de los interiores diáfanos de open concept.

Una opción que resulta muy adecuada es separar la cocina del salón con una isla o barra de desayunos, que delimita ambas zonas. Es una buena solución si existe espacio suficiente. El espacio de la imagen ha sido decorado por Pia Capdevila.

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Las librerías marcan la pauta

Además de proporcionarte un espacio de almacenaje genial para colocar todos tus libros, una estantería puede convertirse en el mejor elemento para separar dos ambientes. Un tabique divisorio de lo más original y capaz de cumplir una función práctica. Como este modelo tan decorativo de Portobello Street. ¿Se puede pedir más?

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Con una estructura de listones de madera

Unos cuantos listones de madera de la medida adecuada pueden transformarse en una estructura perfecta para dividir dos ambientes sin cerrarlos del todo, de forma que no se limite la luz natural en ninguno de ellos.

Pueden ir instalados directamente en el suelo o en un soporte móvil que se pueda trasladar de un lugar a otro.

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Soluciones temporales y portátiles

Nada como separar dos ambientes en un mismo espacio con un biombo decorativo. Se trata de un elemento tradicional pero capaz de cumplir a las mil maravillas una función divisoria.

Además, como es manejable y portátil, siempre puedes recogerlo cuando te apetezca y volverlo a colocar cada vez que lo necesites.

El repertorio de modelos, diseños y materiales es amplísimo por lo que es imposible no dar con alguno que se adapte a tu estilo y al de tu salón.

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