Una casa con 100 años de antigüedad y de estilo rústico. Este es el punto de partida de la reforma de esta cocina -que podrás ver con imágenes que muestran el antes y el después de la intervención-, que debía mantener su alma rústica aunque con todas las comodidades y tecnología del presente y de un estilo actual. Para lograr el equilibrio, se jugó con una línea provenzal en el mobiliario de la cocina, una distribución inteligente y la combinación de elementos actuales con alguna pieza de herencia.
Una distribución bien pensada
El estudio de decoración Thinking Home (www.thinkinghome.es) llevó a cabo la transformación de esta cocina para una familia de cuatro miembros. Para sacar partido al espacio que cuenta con grandes dosis de luz, se organizó la planta en dos ambientes: zona de trabajo -la cocina propiamente dicha- y office. Mientras que la primera tiene un guiño funcional y actual; la segunda potencia el contraste con su carácter de casa rústica antigua. El mobiliario se distribuyó en forma de U con dos frentes adosados a las paredes y un tercero a modo de península que delimita. Además, frente al fregadero, el espacio se completa con un rincón de despensa.
Leer: Una cocina de estilo 'country modern'