¿Luz cálida o fría?
Este es otro de los aspectos a tener en cuenta si quieres que la iluminación te ayuda a hacer de tu casa un lugar más confortable. La temperatura de color de la luz influye en las sensaciones que nos provoca. De hecho, la luz natural no es la misma en todos los momentos del día, sino que va cambiando: por la mañana y a la atardecer es rojiza y en las horas centrales es más neutra.
Las luces artificiales presentan tres tipos de temperatura de color:
- Luz amarilla, cálida y acogedora. La más recomendable para zonas de estar y de descanso, como el salón y los dormitorios. También para el recibidor y las zonas de paso.
- Luz neutra, similar a la luz del día. Para la cocina y los cuartos de baño.
- Luz blanca, fría. Favorece la concentración y es adecuada para lámparas puntuales en zonas de estudio y trabajo.
Un truco interesante: utiliza lámparas con LED integrado que tengan la opción de regular el color o temperatura de la luz. Así podrás decidir cuál te conviene en cada caso.
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