¿Y la de verano?
Además de guardar, es el momento de rescatar la ropa de hogar de verano. Saca las alfombras de fibras vegetales y de algodón. Antes de ponerlas, desenróllalas, deja que se aireen y aspíralas. Revisa que las esquinas no estén arrugadas o tengan dobleces y si es así, mójalas con una esponja con agua y alcohol, ponles un peso encima y espera a que se sequen.
Aprovecha para sacar las fundas de los sofás en tejidos y colores más frescos. Antes de enfundarlas, lávalas y colócalas un poco húmedas, para que se hagan bien a la forma. Y viste la cama con colchas más frescas. Antes de colocarlas, es convenientes darles un planchado, para que queden perfectas. No olvides las toallas de de playa. Comprueba si están en buen estado, no han perdido color o están deterioradas. Y tras esa primera impresión, lava las que están bien. Añade un chorrito de vinagre, para que vuelvan a estar suaves y resulten agradables. Este truco es perfecto también para que no se queden acartonadas por el cloro o la sal.
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