¿Quién no recuerda la casa de sus abuelos o padres con algún mueble de rejilla? Sillas, butacas y hasta algún aparador lucían el tradicional cannage que, después, durante décadas pasó a un segundo plano decorativo. Igual que han vuelto (con mucha fuerza) los muebles de mimbre y fibras naturales, los que lucen rejilla también se hacen hueco en la decoración de interiores y, además, con grandes virtudes.
Y, ¿por qué, de repente, gustan tanto los muebles cannage? Bueno, no tan de repente. Llevan en escena varios años y en algunas clásicas e icónicas piezas –como la silla Thonet–, nunca han desaparecido. Pero ahora, además de sillas o butacas, protagonizan también cabeceros, armarios y hasta lámparas. Te damos todas las pistas sobre por qué se han convertido en un must en decoración, cómo incluirlas en tu casa con estilo y hasta hablamos un poco de su origen.
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