Ubicada en una colina, con unas impresionantes vistas de la ciudad de Florencia, la rehabilitación de esta villa del siglo XV establece un fluido diálogo entre el estilo renacentista y el contemporáneo. El arquitecto Pierluigi Sammarro fue el encargado de las obras de restauración, en la que los muebles y objetos de decoración, donde el arte ocupa un lugar principal, se fusionan con el pasado y la historia de la construcción. Así, las líneas suaves de los espacios, el uso de muebles diseñados a medida, iconos de diseño con un carácter minimalista, y el empleo de materiales refinados y originales realzan la arquitectura, creando ambientes elegantes, lujosos y contemporáneos, que no renuncian, sin embargo, a la calidez y al confort de sus moradores.
Salón: el corazón de la vivienda
Con suelos de terracota, techos de madera y una bella chimenea de época, se ha dividido en varias zonas, entre las que destaca el estar. Delimitado visualmente del resto por una alfombra, destacan su sofá y sus butacas de cuero, la mesa de centro de cristal y las fotografías enmarcadas de Marilyn y Audrey. En uno de sus lados, se ha colocado un aparador y un espejo del mismo tamaño, que hace crecer los metros y multiplica la luz natural que entra por las ventanas.