La falta de espacio y los espacios pequeños han supuesto una revolución en la manera que tenemos de decorar. Además de estilo, prima la funcionalidad y ahorrar todo el espacio que sea posible. Esto, unido a las nuevas tendencias y materiales como el mimbre, el mármol o el cristal que ahora se emplean en las lámparas, han revolucionado la forma de iluminar dormitorios. Al menos en lo que a la luz de la mesita se refiere. Hasta ahora, lo tradicional era colocar una lámpara de sobremesa, que la mayoría de veces llenaba la superficie. Ahora, lámparas colgantes, apliques y hasta modelos de pie han conquistado también los dormitorios.
Cuando las paredes toman la palabra
Y es que las paredes han sido clave para esta revolucionaria evolución en la iluminación de dormitorios. Los apliques de pared se han convertido en una opción perfecta para dotar de luz a la zona del cabecero y, al mismo tiempo, conseguir un tipo de luz ambiental muy agradable. De hecho, en dormitorios sencillos y minimalistas, el cable se toma la licencia de formar parte de la decoración, acotando la zona de la cama.
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