A veces los muebles de madera oscura, tanto si son modernos como si se trata de piezas antiguas, resultan pesados y aburridos. Aunque sean especiales, su color les confiere una rotundidad que puede llegar a saturar un ambiente.

Sin embargo, no todo está perdido. En lugar de cambiarlos por otros, existe la opción de blanquear la madera unos cuantos tonos para lograr que estos mismos muebles, que tan pesados resultaban antes, se adapten de maravilla a los ambientes luminosos de hoy. ¿Quieres descubrir cómo puedes conseguirlo?

Una segunda oportunidad

No nos gusta tirar los muebles ni sustituirlos a la primera de cambio. Sabemos que existe todo un panorama de proyectos e ideas DIY que consiguen insuflarles nueva vida y mucho encanto.

La pintura, por ejemplo, es una herramienta muy poderosa con la que consigues renovar la apariencia de cualquier pieza. Pero si no quieres cambiar el color de tus muebles, sino solamente aclarar la madera conservando su veta y aspecto natural, hay diferentes maneras de conseguirlo.

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Técnicas que funcionan

La madera es un material versátil donde los haya, gracias a la amplísima variedad de tonalidades que existen: desde las más oscuras, como el wengué, hasta las más claras, como el fresno, pasando por una amplio repertorio de tonos intermedios: nogal, roble, haya, pino, etc.

Una forma de actualizar un mueble de madera oscura es aclarar su tono para aligerarlo, sin ocultar su veta ni perder ni un ápice de naturalidad.

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Limpieza en profundidad

Si ya te has decidido a blanquear tus muebles de madera, lo primero que debes hacer es limpiarlos a conciencia. Esta primera preparación de la pieza es fundamental, especialmente cuando los muebles son antiguos, para saber en qué condiciones se encuentran, si tienen muchas capas de barniz o de cera, etc.

Para limpiar los muebles de madera puedes utilizar un producto específico que eliminará los restos de grasa y suciedad que puedan tener.

También puedes usar una solución de agua y jabón neutro. Termina aclarando con un paño mojado en agua y secando totalmente la madera.

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La fase de lijado

Lijar las superficies de madera es una acción muy habitual cuando se trata de renovar muebles, ya sea pintándolos o blanqueándolos como en esta ocasión. Con un buen lijado se retira cualquier resto de suciedad, barniz o pintura que una simple limpieza no puede eliminar.

Si el mueble tiene muchas capas de barniz, entonces hay que plantearse decaparlo con un producto específico.

Para lijar tus muebles de la manera adecuada, especialmente si son muy grandes o vas a renovar varias piezas, es buena idea utilizar una lijadora eléctrica. Puedes encontrar modelos sencillos a buen precio.

Emplea lija de grano fino para no dañar la madera y trabaja sin prisa pero sin pausa, dividiendo el mueble en varias zonas. Cuando termines, limpia el mueble con un paño húmedo para retirar el polvo del lijado.

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Con productos decolorantes

Una vez que el mueble está limpio y has lijado la superficie, llega el momento clave: aclarar el color de la madera. Para conseguirlo existen diversos procedimientos. Uno de los más sencillos consiste en aplicar un blanqueante específico para este fin.

Se trata de un producto químico que consigue aclarar la madera unos cuantos tonos. Se utiliza sobre madera natural o en bruto, es decir, una vez esté libre de pintura, barnices o ceras.

Aplica el producto con una brocha, empapando bien la madera, y deja que se seque. Verás los resultados unas horas después. Puedes repetir el proceso si quieres que la madera se aclare aún más. Una vez terminado el blanqueamiento, la superficie de la madera queda áspera al tacto, por lo que tendrás que volver a lijarla para suavizarla.

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Con agua oxigenada

Blanquear la madera con agua oxigenada es un truco que resulta bastante efectivo. En cualquier caso conviene tener claras algunas pautas para hacerlo bien. Para empezar debemos utilizar agua oxigenada de alta concentración (de 110 a 130 volúmenes), ya que de lo contrario no conseguiremos el efecto blanqueante deseado.

Otra cosa que podemos hacer para potenciar la capacidad de aclarar la madera del agua oxigenada es mezclarla con amoniaco (en una proporción de 95% y 5% respectivamente), o con bicarbonato de sodio. En este caso hay que aplicar la mezcla en cuanto comience a burbujear y mientras está caliente (aumenta de temperatura por sí misma).

Tendrás que aplicar el agua oxigenada con ayuda de un trapo sobre la madera previamente limpia y lijada. Frota enérgicamente y deja secar. Repite la operación a las dos o tres horas y después limpia el mueble con un trapo mojado en alcohol.

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Con ácido oxálico

Se trata de un producto muy efectivo a la hora de aclarar la madera, aunque algo menos potente que el agua oxigenada. Se aplica diluido en agua o en alcohol y lo mejor es calentarlo previamente, ya que así se consigue un mayor efecto decolorante.

A la hora de trabajar con el ácido oxálico es importante contar con la protección adecuada: guantes, gafas de trabajo y mascarilla, ya que puede ser irritante.

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El poder decolorante de la lejía

Puede que sea el producto blanqueante más económico y fácil de encontrar, además de eficaz. Eso sí, conviene no utilizar lejía pura ya que puede provocar un tono amarillento en la madera. Para evitarlo puedes diluirla con agua, teniendo en cuenta que cuanto más la diluyas, menos poder decolorante tendrá.

Aplica la lejía con brocha mojando la madera y espera unas horas hasta comprobar cómo se va aclarando. Repite la operación las veces necesarias hasta conseguir el blanqueaminto que deseas, y termina limpiando el mueble con una mezcla de vinagre y agua (una parte de vinagre por dos de agua).

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La protección necesaria

Después de decolorar tus muebles a tu gusto, sea cual sea el procedimiento empleado, es necesario terminar aplicando una capa protectora que te ayude a mantenerlos en perfecto estado. Si no proteges la superficie quedará a merced de las manchas y la humedad.

No te la juegues y aplica un barniz o una cera de acabado. Para mantener la apariencia conseguida al blanquear la madera puedes utilizar un barniz mate incoloro en aerosol. Es muy fácil de aplicar y no cambia en absoluto el aspecto ni el color de la madera.

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