Prepararse para acometer una reforma integral en casa no es tarea fácil. La experiencia trastoca por completo tu vida diaria: además del trabajo, del cuidado de tus hijos y del resto de tus obligaciones cotidianas, has de añadir el hecho de que no puedes vivir en tu casa y que tienes que supervisar, además, el resultado de las obras.
Sin embargo, cuando pasa el tiempo, merece la pena el resultado. Pero, antes de disfrutar de tu casa renovada, has de limpiar todo a fondo: una tarea compleja que te llevará tiempo y esfuerzo.
Tu casa, sumida en el caos
Cuando los trabajadores dan por finalizada la obra y se van, cualquiera diría que han reformado y renovado por completo tu casa. El aspecto es tan descuidado que parece que un ciclón la hubiese arrasado. Por suerte, lo único que ocurre es que está sucia y desordenada, con toneladas de polvo y manchas de todo tipo.
Se hace necesario realizar una limpieza en profundidad que devuelva tu casa a un estado de normalidad y, para hacerlo con éxito, necesitas planificar las tareas. ¡Manos a la obra!
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