Una fusión entre lo vintage y lo moderno
En toda habitación, la pieza principal es la cama (baja, como es habitual en la cultura oriental) que, en este caso, dispone de un cabecero acolchado, color crema, y cojines que parecen de crochet.
Sin embargo, la fuerza decorativa llega de la mano de varios muebles vintage que se fusionan perfectamente en el cuarto. Por ejemplo, a ambos lados de la cama hay dos mesitas de noche, de madera oscura, y, más allá, una silla antigua, también de tono oscuro, a la que le acompaña un espejo con marco a juego.
En la otra pate de la estancia, se ha colocado un baúl, así como una figura que sostiene una vela.
Por último, el suelo, de madera, se ha cubierto con una alfombra de pelo blanca, que es tendencia.
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