Láminas, obras de arte, bocetos e ilustraciones, fotografías de familia, los dibujos de tus hijos… Todo lo que amas puede tener un hueco en tus paredes y se puede convertir en el elemento perfecto para decorarlas.
Solo has de emplear algunas estrategias muy prácticas para crear la galería con la que sueñas, esa que refleja tu estilo y tu personalidad.
Escaparate de tesoros
A la hora de componer una galería de pared, lo verdaderamente importante es que la crees a tu estilo, para que se convierta en un reflejo de tus gustos y de tu personalidad.
Para conseguirlo la clave está en elegir bien lo que vas a incluir en esta colección de tesoros particular. Puedes exponer algunas láminas decorativas que te encanten, esas fotos familiares que no te cansas de mirar, o el cuadro que te regalaron y que te apasiona.
Para acertar, ten en cuenta que tan importante elección llevará su tiempo. No te apresures y ve pensando qué elementos merecen formar parte de tu galería. Este punto está íntimamente relacionado con el lugar en el que vas a colocarla, por lo que ambos aspectos caminan a la par y tendrás que pensarlos casi de forma simultánea.