Además de ser una diva de la música, una de las grandes pasiones de Cher es la decoración. Tanto es así que a lo largo de los años, la cantante estadounidense ha comprado numerosas propiedades para después decorarlas a su gusto, e incluso se puede hablar de que, dada su vasta experiencia en ello, ha desarrollado un sello propio.

Un estilo que bebe de la decoración árabe, italiana... y que ha tenido un gran éxito en el mercado. Prueba de ello es que su antigua mansión de La Gorce Island, en Miami Beach, ha salido a la venta, manteniendo su esencia intacta desde que la vendió hace más de dos décadas. 

La vivienda, valorada en casi 17 millones de euros, es un auténtico paraíso a orillas del mar. ¡No pierdas detalle!

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Espacios amplios y luminosos

El hall de entrada es la mejor muestra de que amplitud y luminosidad son las dos características inherentes a esta vivienda. Los grandes ventanales permiten que la luz natural penetre, y para que alcanzase el recibidor, la cantante optó por conectarlo directamente al salón. Gracias a una apred de arcos redondeados que descansan sobre columnas clásicas, color beige.

En el centro de esta estancia, se ha colocado una mesa alargada, de madera, con una vasija y otros libros que se convierten en elementos decorativos. Para delimitar este rincón, se ha protegido el suelo (de baldosas, como si fuera de exterior) con una alfombra gris.

A un lado, unas escaleras, con un cuadro moderno que conduce al piso superior.

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Un salón con guiños al mar

La imponente mansión que perteneció a la cantante tiene una ubicación privilegiada. Localizada en La Gorce Island, una isla que pertenece a Miami, ofrece unas vistas únicas al Océano Atlántico, y para aprovecharlo, se han abierto las estancias de la vivienda al exterior. Tanto es así que el suelo está conformado por baldosas características de la decoración de exteriores.

El claro ejemplo es este elegante salón, decorado en tonos marineros, que evocan a ese mar. En el centro de la habitación, dos mesas auxiliares de madera clara, con formas sinuosas, ejercen como nexo de unión de los dos sofás blancos, butacas color azul marinero y una clásica chaise longue grisácea (a juego esta última con la alfombra que cubre parte del suelo).

Los cojines también son marineros, ya ellos se suman otros elementos muy modernos como una escultura en llamativo azul, una consola negra, una lámpara de pie, con patalla blanca, y otras mesas auxiliares negras.

También llama la atención los múltiples árboles, en cestas de mimbre, que se esparcen por la estancia. 

Por último, el techo se ha pintado de blanco, incluidas las vigas que quedan al descubierto.

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La madera 'reina' en el comedor

El comedor destaca por un estilo distinto al del salón. Aunque este último ya incorporaba algunos detalles en madera (dos mesas auxiliares), en esta habitación todas las piezas de mobiliario son de este material.

Desde la mesa alargada del centro, hasta las sillas, las vitrinas, las originales consolas arrimadas a la pared y el suelo, lo que aporta un aire más cálido.

Una alfombra gris, similar a la anterior, cubre parte del suelo, mientras que una elegante lámpara, en color beige metálico, ilumina este rincón.

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Cocina de estilo industrial

No cabe duda de que, a la hora de decorar la cocina, se decantó por el estilo industrial. Fe de ello dan cada uno de los elementos que la integran: las lámparas metalizadas, los electrodomésticos (en especial los fogones y la campana extractora), y, combinando con ello, los muebles en negro. 

No obstante, como toda cocina americana, incorpora una isla central, con encimera en mármol claro. En uno de sus laterales, hay unos cajones acristalados que dejan al descubierto virutas de madera, y en otro, se han colocado varias sillas altas, metalizadas.

Las baldosas vuelven a componer el suelo, siguiendo el estilo de un panel de abeja en color tierra, como si se tratase de un espacio exterior. 

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Apuesta por los tonos neutros

La mansión cuenta con nada menos que seis dormitorios, entre los que se encuentra éste. Una habitación que se ha decorado en tonos neutros, que siempre son un acierto para dar elegancia al espacio.

La gran protagonista es la cama, con base y cabecero acolchado en un gris, que también inunda las sábanas y cojines sobre ella. A ambos lados de la misma, encontramos dos mesitas de noche idénticas, con forma circular, de madera oscura, que llegan acompañadas de dos espejos verticales y alargados, con un marco que combina con las mesitas.

La alfombra que cubre toda esta zona es gris, y sólo hay un detalle que rompe totalmente con la armonía: una silla alargada de diseño en color camel, justo al lado de la cama. 

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Rincones con influencia oriental

En la vivienda conviven estilos muy diversos, tal y como evidencia esta otra habitación. Aquí la decoración se inspira en el mundo oriental.

La chimenea está enmarcada en una estructura de piedra tallada con motivos florales, que recuerdan a las de los templos árabes. Y para reforzar esta influencia, a ambos lados de la chimena, se han instalado dos estanterías blancas con formas orientales, que en su parte inferior cuentan con dos puertas con estrellas talladas.

Un baño árabe con vistas al océano

La inspiración oriental también se hace notar en este cuarto, que emula a los baños árabes. Situada a ras de suelo y protegida por una estructura en piedra, se encuentra esta bañera blanca con forma cuadrada y grifería oscura. 

Asimismo, las ventanas contribuyen a recrear ese ambiente. De ahí que hayan sido diseñadas con un arco acabado en punta. A través de la central, el inquilino podrá disfrutar de un baño con vistas al mar.

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Una terraza cubierta

Aunque la mansión está rodeada por un exótico exterior, se ha creado toda una terraza cubierta en una de sus dependencias. Un espacio cubierto por un techo de madera, que trae incorporados varios ventiladores para sofocar el calor. 

Al fondo, se ha colocado un sillón gris, así como una mesa circular, de madera, acompañada de varias sillas. A esto se une otro rincón de descanso, conformado por varios bancos y sillas con colchones grises, unidos por una original mesa auxiliar, un tronco de madera que aporta el toque rústico.

El suelo recuerda al de la cocina (en tonos tierra), y los arcos de los ventanales vuelven a beber del estilo árabe.

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Un exótico refugio

A pesar de que los arcos de las ventanas se inspiran en la arquitectura árabe, las tejas rojizas y la fachada blanca de la vivienda evocan claramente a las villas mediterráneas.

Como no podía ser de otra manera, la propiedad también tiene una espectacular piscina de aguas cristalinas, enmarcada en piedra clara. A sus orillas, se han dispuesto varias hamacas de madera, con colchones blancos.

Y para convertirlo en un auténtico refugio, se ha cuidado al máximo la vegetación: altas palmeras y otras especies arbóreas que terminan por confirmar su carácter tropical.

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