Apuesta por cañizos y materiales naturales
Una de las formas más frecuentes de decorar y crear intimidad en un jardín es delimitando el terreno con barreras fabricadas en materiales naturales. Además de ocultar, resultan bastante decorativas.
Se trata de los cañizos realizados en bambú, caña, mimbre o brezo. Aportan una nota un tanto rústica y natural que quedará genial en casi todos los espacios.
En lo que a la privacidad se refiere, estos parapetos suelen alcanzar un grado medio de ocultación, de en torno al 75 %. Si bien no es total, ya que puede atisbarse entre las cañas, siempre se puede completar con algún tipo de malla.
Entre sus muchas ventajas, destaca lo fácil y rápido que se instalan. Se comercializan en rollos de diferentes medidas, y basta con fijarlos a cualquier estructura con bridas o alambre. Además, pueden cortarse sin problemas para adaptarlos a todos los espacios.
Aunque son resistentes, con el tiempo se deterioran por el efecto de la lluvia y el viento. De entre los materiales naturales disponibles, la caña y el bambú son los más económicos, mientras que el brezo es más tupido y aporta un mayor grado de ocultación.