Josh Hartnett vende su histórica mansión de Los Ángeles

Aunque durante los últimos tiempos se ha mantenido un tanto alejado del foco mediático, Josh Hartnett continúa labrándose una sólida carrera en el mundo de la interpretación. El inolvidable actor de películas como Pearl Harbor o Black Hawk Derribado, que le catapultaron al estrellato y le convirtieron en una de las grandes estrellas del cine, acaba de participar en un nuevo filme, Most Wanted, en el que se pone en la piel del intrépido periodista canadiense Victor Malarek.

Pero más allá de sus últimos papeles, Josh Hartnett ha vuelto a ser noticia al otro lado del charco por su última transacción inmobiliaria. Según informa Dirt, acaba de vender su mansión de Los Ángeles por más de 3 millones de euros, y apunta a que la nueva propietaria sería Lucy Bidwell, una joven productora de cine indie.

No se trataba, sin embargo, de su residencia habitual. Ya que, al parecer, el actor americano, que la había adquirido hace alrededor de unos cuatro años, y su pareja, Tasmin Egerton, viven a caballo entre Los Ángeles y Londres. Al menos, así ha sido hasta el momento.

Descubrimos todos los detalles de esta espectacular vivienda, situada en el popular enclave de Los Feliz, el exclusivo barrio de otras celebrities como Angelina Jolie, Kristen Bell o Colin Farrell, y que encierra una historia muy ligada a Hollywood.

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Una casa que recoge la esencia de Hollywood

El barrio de Los Feliz, en Los Ángeles, no sólo es conocido por sus ilustres vecinos, sino por su concentración de increíbles propiedades ligadas a la historia de Hollywood, como es el caso de la antigua mansión de Josh Hartnett.

Esta vivienda, diseñada por el arquitecto Marshall P. Wilkinson, fue propiedad del actor Alan Ladd, uno de los rostros más reconocibles del Hollywood dorado. El actor fue, en efecto, el inquilino más popular de esta casa erigida en 1926, que, además, cuenta, en sus inmediaciones, con un pub estilo Tudor.

La entrada, tal y como se puede apreciar en la imagen, cuenta con un recibidor inspirado en la cultura oriental. De hecho, el papel pintado, de fondo rojo, que lo cubre reproduce un paisaje que recuerda a las obras murales de Oriente.

El hall conecta, directamente, con el salón principal de la casa.

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Un equilibrio perfecto entre lo moderno y lo antiguo

El recibidor se abre, directamente, a este salón principal, dominado por los tonos tierra. Una alfombra, de estilo persa, unifica el centro de la estancia, donde se coloca una mesa, vintage, de madera, en la que se han situado algunos libros a modo decorativo. A su alrededor, destacan un sofá claro, adornado con varios cojines, y dos butacas, color champán, que comparten una mesa circular auxiliar de lo más moderna. 

En esta misma línea, resalta la lámpara de techo. Su incorporación al salón confirma una clara apuesta por mezclar lo pasado y lo moderno. Una decisión que funciona a la perfección.

De hecho, a la derecha de la imagen, se observan dos sillas de madera antiguas, que se suman al suelo del mismo material. 

Llaman la atención los cuadros, sobre todo, el original retrato que se encuentra al fondo del espacio. 

Al calor del fuego

Tampoco falta en el salón la clásica chimenea, que, en esta ocasión, es de mármol, y se enmarca en una estructura que se une a la pared del salón. Sobre su repisa, se ha optado por apoyar un cuadro (en vez de colgarlo), y a sus pies, como adorno decorativo, se ha dejado un jarrón transparente con unas flores. 

También cabe observar el detalle de guardar la madera que se echa a la chimenea en un pequeño cesto, justo al lado. Lo que aporta un aire casual y, sobre todo, cálido.

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El arte, el complemento perfecto para cualquier salón

Tanto en la anterior fotografía como en ésta se puede contemplar que el actor decidió decorar su hogar con diversas obras de arte. A la original realizada con líneas negras, se suma ésta, mucho más colorida y moderna.

Debajo, un mueble bajo de salón, con encimera oscura y estructura de madera. 

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Otro lugar para el descanso

Además del salón principal, la casa cuenta con otro rincón ideal para el descanso, justo delante del primero. Se trata de esta habitación, en la que nos topamos con un sofá chaise longue, de color gris perla. El color llega de la mano de los accesorios, gracias a cojines blancos, oscuros y hasta amarillos. 

La mesa auxiliar es redonda y oscura, y justo al lado resalta un puff acolchado. 

Las plantas también entran en esta nueva dependencia, con dos (una de mayor tamaño que la otra) llenando las esquinas de naturaleza.

En cuanto a la iluminación, a la privilegiada luz natural que entra por sus grandes ventanales, se une una lámpara de mesa, doradaa, y otra de techo, vintage.

Por último, una alfombra, de fibra natural protege el suelo. Una de las últimas tendencias en decoración. Lo que vuelve a demostrar, una vez más, que se ha conjugado lo pasado con lo presente.

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El blanco y negro, un binomio que nunca falla

Las cocinas americanas se asocian, tradicionalmente, con una isla central en torno a la que se disponen los muebles. Sin embargo, en la casa de Josh Hartnett no es así. De hecho, en su lugar, lo que gobierna el centro de la misma es una alargada mesa de comedor, con varias sillas de madera, de estilo vintage. 

El mobiliario combina el negro de la encimera con el blanco que cubre los cajones y demás armarios, sólo interrumpido por la grifería dorada. 

Aquí también se ha mantenido el suelo, de madea.

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Con cocina antigua incluida

Cualquier cocina que se precie debe de disponer de unos buenos fogones, y, tal y como se observa en esta fotografía, los de la vivienda son antiguos. La cocina ha sido restaurada, pero no se ha alterado su forma original.

Del mismo modo, al fondo, se divisa una estructura que resulta ser una chimenea, probablemente, la original de la misma casa.

Rincones con encanto

Dentro de la espaciosa, se ha aprovechado uno de sus ventanales de esquina para crear un rincón con mucho encanto.

Un banco blanco, con cojines de diversos diseños, y una mesa central de madera, vintage. Otro elemento antiguo es la lámpara dorada que cuelga del techo.

Sin duda, un refugio para disfrutar con vistas al frondoso exterior.

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Con sello vintage

A pesar de sus reformas, se ha mantenido la esencia de la casa, como bien demuestra este baño, al más puro estilo vintage.

Tanto la bañera, rosa claro, la grifería (muy simple, con apenas dos reguladores), como los mismos azulejos que los rodean, de un azul turquesa muy claro, recuerdan a los baños antiguos. 

El espejo tiene, a su vez, un marco de lo más original, con dibujos de inspiración oriental, como en el hall.

Los tonos pastel toman el protagonismo

Más allá, queda al descubierto una ducha, protegida por una mampara. Y, frente a todo ello, un lavabo doble, de piedra, con dos espejos que respetan el estilo vintage (al igual que la lámpara del techo).

No obstante, requiere mención la elección de las tonalidades pastel. Un azul turquesa y un rosa muy claro, que, incluso, se podría afirmar que configuran un ambiente romántico.

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Un dormitorio con encanto rústico

A pesar de los diversos detalles vintage que se encuentran en cualquier rincón de la propiedad, en ningún espacio se respira el estilo rústico como en este dormitorio. Un ambiente que se ha conseguido, en gran parte, gracias a la notable presencia de la madera, presente en el suelo, en el cabecero de la cama y el taburete que se sitúa frente a la chimenea.

Lo que se ve potenciado gracias a otros elementos de fibra natural, como la lámpara del techo, y la cesta, casi escondida detrás de las dos sillas acolchadas, de tonalidad oscura, al fondo del cuarto. 

Esta vez la chimenea se enmarca en piedra, y a sus pies resalta una alfombra que simula ser la piel de un animal. 

La naturaleza entra también en el lugar, con diversas plantas que llenan de color algunos rincones.

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Los espejos, un gran aliado decorativo

A la hora de decorar cualquier habitación, se deben elegir, con especial cuidado, los accesorios y elementos decorativos. En el cuarto principal, por ejemplo, vemos una alfombra tupida, una mesa de noche que, en verdad, es una auxiliar con forma circular, y un espejo con marco de madera

Éste se apoya en una de las paredes, y se ha colocado mirando, directamente, a la ventana. De esta manera, ayuda a multiplicar la luz natural que entra a través de la misma, repartiéndola por todo el espacio.

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La habitación infantil

Josh Hartnett tiene dos hijos, y a juzgar por la imagen, lo más probable es que esta habitación fuese reservada para alguno de ellos. 

En esta habitación infantil la nota de color la pone el azul de la cama, la estantería junto a ella y la ventana. 

A la derecha, un escritorio, de madera, con su propia estantería, ideal para que los niños puedan estudiar tranquilamente. 

Además, tienen todo un guardián, un original león de juguete. 

Con respecto a la ilumianción, encontramos un ventilador de techo con luz, vintage.

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Explosión de color

Este cuarto de baño de la propiedad derrocha personalidad. Papel pintado de color azul turquesa, y con motivos florales, en un guiño a la cultura oriental, inunda sus paredes. Y, a su vez, contrastan con la madera rojiza de la ventana y con la lámpara colgante de un rojo intenso. Característica de la decoración de exteriores.

La encimera del lavabo es de piedra oscura, con grifería dorada. 

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Un entorno natural y campestre

La casa se encuentra rodeada por frondosos jardines, llenos de árboles y plantas. Así que para disfrutar al máximo de este entorno de excepción, se ha instalado una mesa alargada de madera.

Sin embargo, lo verdaderamente curioso es el pub que forma parte de la propiedad. Una casita, estilo Tudor, que, según detalla la propia inmobiliaria 'Jenna Cooper LA', en su día fue un bar clandestino durante la etapa de la Prohibición, lo que conocemos como la aprobación de la 'Ley seca', que entre los años 20 y los 30 prohibía la fabricación, el transporte y la venta de bebidas alcohólicas.

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Evocando los felices años 20

En su interior, se halla un auténtico bar de los años 20, con su propia barra de madera y taburetes altos incluidos. 

La iluminación, tenue, le confiere un aspecto más íntimo, mientras que las fotografías que cuelgan de sus paredes recuerdan a la época dorada de Hollywood.

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Las plantas trepadoras 'se adueñan' de la fachada

La fachada de la vivienda se ha teñido de verde gracias a las plantas trepadoras que cubren sus paredes, y que, además, se unen en un todo a las plantas más bajas, situadas al lado de las escaleras. 

La puerta exterior, de color rojo, supone un llamativo y vistoso contraste, escoltada a ambos lados por dos lámparas de pared.