Parece que Geena Davis ha decidido seguir los pasos de la que fue su compañera de reparto en una de las películas más inolvidables de la historia del cine, Thelma y Louise. Al igual que Susan Sarandon, su inseparable amiga en el clásico filme, la actriz ha puesto a la venta su impresionante mansión de Pacific Palisades, en California. Una vivienda, que bebe del estilo mediterráneo, y que puede presumir de una decoración de revista.

La intérprete se hizo con ella hace más de una década, en 2007, por un precio superior a los 3 millones de euros, y ahora ha vuelto a ponerla en el mercado, por una cantidad aún mayor: más de 5 millones de euros.

No pierdas detalle de esta colorida y brillante casa, ubicada en un privilegiado entorno lleno de naturaleza.

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Hall en clave rústica

En cuanto nos adentramos en la casa, descubrimos que, dando la bienvenida, se encuentra un hall de estilo rústico. Así lo atestiguan tanto el mueble principal como el espejo que lo acompaña. Éste, de forma circular, está elaborado en el mismo material que el primero: en madera oscura, que recuerda a los muebles antiguos.

Como elementos decorativos, unas esculturas también de madera, pero en tonalidades claras.

Llama la atención que el suelo, protegido por una alfombra en color crema, está conformado por unas baldosas típicas de la decoración de exteriores. Un patrón que se rompe al llegar a la siguiente estancia: el salón, completamente abierto a este hall.

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Un salón inspirado en la cultura mediterránea

A un exterior al más puro estilo mediterráneo se suma un salón que también sigue esta misma línea. Las tonalidades claras inundan cada rincón del espacio. Desde los muebles hasta sus paredes, de un blanco impoluto.

En el centro del mismo, destaca el área de descanso, compuesta por dos sofás casi idénticos, que se miran, frente a frente, y han sido decorados con unos cojines que juegan con los tonos azules y crema. La mesa de centro, cuadrada, es de madera oscura, pero con una forma más moderna que los muebles del hall. Sobre ella, se han colocado algunos jarrones y otros artículos.

Sin embargo, lo que verdaderamente llama la atención es su imponente chimenea, tallada en la propia pared, y que según informa la publicación AD, representa al dios romano Neptuno. Un original guiño a la cultura clásica del país mediterráneo. 

Además de las dos lámparas de mesa, con pantalla blanca, cuelgan del techo dos lámparas de un llamativo color verde.

Contrasta con toda esta claridad (que también llega gracias a los ventanales), el suelo, de madera. 

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Un derroche de elegancia

La elegancia con la que se ha decorado la casa queda patente en su comedor principal. De nuevo, se ha apostado por el contraste, infalible, entre el color blanco y la madera oscura. Así, al suelo de madera oscura, que continúa en el salón, se anteponen varias sillas con cojines blancos y de estructura dorada se disponen alrededor de una mesa alargada de cristal. 

Una vez más, se han situado las siempre sofisticadas orquídeas, que, en esta ocasión, aparecen en unos jarrones mediterráneos.

A tan sólo un paso se encuentra el exterior, separado por unas puertas acristaladas.

Arte y diseño van de la mano

Esta fotografía, tomada desde otro ángulo, desvela que en el comedor también se han incorporado detalles artísticos y de diseño. Por ejemplo, este cuadro, que supone una pequeña explosión de color.

Bajo él, resalta una espectacular mesa de diseño, con una encimera de mármol clara, que descansa sobre una base brillante, de forma ovalada.

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Las tonalidades azules bañan la cocina

La cocina se desmarca por completo de las anteriores dependencias. Un azul muy claro cubre la mayoría de las vitrinas y muebles, destacando, entre ellos, la campana extractora. En vez de decantarse por una clásica, la actriz ha elegido una estructura, con una decoración de rombos turquesa, para 'esconderla', y que se integre a la perfección con el resto del espacio. 

Otro detalle muy mediterráneo son los azulejos, que se hallan sobre los fogones. 

Como en toda cocina americana, en el centro, hay una isla con una encimera de piedra gris, que también cubre el resto de muebles, y unos taburetes altos, de base dorada, que la acompañan. 

Por último, el suelo, de baldosas rojizas, recuerda a los de los rincones exteriores.

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Un dormitorio très chic

Este dormitorio principal está dividido en dos áreas bien diferenciadas. A un lado, la cama, y al otro, al fondo, una zona de descanso, al calor de la chimenea. 

En la primera, un cabecero color crema, acolchado, respalda la cama, decorada con unos cojines anaranjados, y una manta con flecos de este mismo color. A sus pies, un banco de madera con un cojín blanco. Todo ello se alza sobre una alfombra que intercala las líneas blancas y grises. 

La segunda tiene un sofá, de color blanco, escoltado por pequeñas mesas auxiliares que se superponen. No falta la mesa de centro, ni tampoco una consola de espejos que contribuye a dar una mayor sensación de amplitud. No obstante, lo que preside el rincón es la chimenea, que se enmarca en una estructura de azulejos que combinan los turquesas y marrones, y está guardada por una línea de madera. 

De hecho, este detalle se suma a otros que revelan el alma rústica del cuarto: el espejo, circular, y las vigas de madera del techo, que han quedado al descubierto. Consiguiendo, de este modo, un efecto desenfadado y casual.

Las puertas, en cambio, son de corte más moderno, con un color verde agua oscuro.

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Balcones que miran al exterior

El secreto mejor guardado de dicho dormitorio es este balcón, protegido por unas vigas de madera decoradas en color verde, escoltado por unas columnas clásicas, y resguardado por unas barandillas de hierro negro. 

La actriz no ha dudado en aprovechar hasta el último rincón de su hogar, y por ello, ha instalado dos sillas, de madera, con unos cojines de patrones azules, para poder disfrutar, tranquilamente, del entorno. 

Un baño señorial

La mansión posee nada menos que cinco baños, y entre ellos ha quedado al descubierto éste, digno de una casa señorial. 

A la izquierda, un robusto mueble de madera, que se asemeja al que daba la bienvenida en el hall, y que tiene una encimera de mármol, a juego con el propio suelo, que simula la piedra grisácea. Sobre el mismo, un espejo, con marco de madera, con motivos florales. Un taburete gris, ubicado sobre una alfombra de pelaje blanco completa esta parte.

A la derecha, en la esquina, la bañera vintage rodeada de un material que refleja el resto de la estancia, y un cuadro que cuelga de una de sus paredes.

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El mar como motivo decorativo

Esta habitación no guarda apenas similitudes con la anterior. En ésta, el mar se convierte en la línea temática que une cada uno de los elementos, que envuelven el ambiente.

El más importante de ellos, sin duda, el papel pintado de una de las paredes, que recrea una de las obras más importantes de la Historia del Arte, 'La gran ola de Kanagawa', del artista nipón Katsushika Hokusai. El cuadro marca la línea a seguir. Por ello, tanto la ropa de cama como los taburetes a sus pies son azul marino, el color marinero. A lo que se une, también, una tabla de surf, colgada sobre la pared como si de un cuadro se tratase. 

Una alfombra blanca y una mesa auxiliar de madera completan el dormitorio.

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Vuelta a lo clásico

En este cuarto ha sido decorado sin tomar riesgos. Por este mismo motivo, se antoja como el más clásico hasta el momento.

Una estantería con baldas transparentes guarda diversas esculturas, que miran hacia la cama, decorada con cojines de color amarillo canario. Justo al lado, una mesa auxiliar, blanca, y al otro, una silla de pelo, que simula ser de algún animal.

El suelo, de madera, es protegido, en gran parte, por la alfombra de fibra natural y color claro.

Un estudio armónico

El estudio de la vivienda se aleja de lo previsible. Es más, podría decirse que cada uno de sus elementos crea un todo armónico, donde toman el mando las tonalidades crema y los detalles verdes de la decoración.

En todo cuarto de estas características no puede faltar una mesa, de madera oscura, en este caso, y que cuenta con dos modernas lámparas, así como con un pequeño busto que hace referencia a la cultura oriental. Dos sillas, también de madera, con cojines color tierra, se unen a él. 

Dos espejos, con marco claro, contribuyen a que esta habitación gane todavía más metros. Pero, sin lugar a dudas, el ambiente 'zen' se consigue de la mano de las plantas: tanto las de interior como las de exterior, visibles a través de los ventanales.

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Detalles en amarillo

Queda claro que en su mansión Geena Davis ha preferido las tonalidades claras sobre las llamativas. Lo que no significa que haya renunciado a ellas completamente. Fe de ello son los cojines, las mantas y los cuadros de este cuarto, en tonos amarillos. Asimismo, una alfombra, de inspiración persa, combina con ellos. 

Al fondo, frente a la ventana, un pequeño rincón de estudio, con un escritorio grisáceo y una butaca a juego.

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Una combinación 'marinera': azul marino y blanco

Este salón dista mucho del estilo del principal. De igual manera que en la anterior habitación se habían colocado algunos detalles en amarillo, aquí el blanco se une al azul marino, que recuerda al mar. Sobre los sofás, blancos, y las vitrinas, del mismo color, destacan los cojines y mantas.

En el centro, una mesa auxiliar, acolchada, de cuero negro y líneas de un dorado oscuro.

La estancia cuenta, además, con mucha luz natural, que entra a través de los ventanales.

Otro baño moderno

Si del anterior resaltaba su carácter vintage, en este cuarto de baño aparece el sello de modernidad. Una ducha y una bañera instaladas en piedra clara, y separadas por unas mamparas.

El lavabo y el tocador tienen una encimera de este mismo material, mientras que el resto del mueble son blancos.

Varios cuadros, uno de una fotografía y otro de una obra artística, decoran la habitación.

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Bajo la sombra de una parra

¿Qué hay más mediterráneo que descansar bajo la sombra de una parra? Geena Davis se propuso emular a los pueblos mediterráneos, y lo logró con este precioso porche. 

Los muebles de madera son los protagonistas de esta zona exterior. Un banco y varias sillas, decoradas de la misma forma: con cojines blancos y azules. En el centro, como nexo de unión entre todos ellos, una cómoda mesa baja con encimera de cristal y una estructura de madera.

El suelo, de piedra, se une al resto del entorno.

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Un comedor al aire libre

A los pies del porche, la propietaria diseñó un comedor al aire libre. Tan sólo basta una mesa alargada de madera y unas sillas de madera, a juego, para conseguirlo.

A la izquierda de la fotografía, se divisa la barbacoa, que podrán disfrutar gracias a este improvisado comedor.

En conexión con la naturaleza

La mansión tiene numerosos atractivos, y entre ellos, sus alrededores. Un camino de piedras conduce a sus frondosos y verdes jardines, repletos de vegetación. Tal y como se puede apreciar en la imagen, un arco de rosas permite el acceso a algunos de ellos.

Unos parajes inigualables, que invitan a pasear por este auténtico refugio californiano.

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Huerto propio

Aprovechando la localización de la vivienda, se ha delimitado un cuidado huerto, donde poder plantar las especies que el próximo inquilino desee, y escoltado por flores y plantas de distintas especies.

Con vestidor incluido

La intérprete también configuró su propio vestidor, cuyo estilo es muy similar al del resto de la vivienda. 

Todas las baldas y muebles son de color gris, al giual que el taburete que se encuentra frente al espejo rectangular. Ideal para poder comprobar cómo le sienta cada outfit antes de dejar su hogar.

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