Pintar sin parar
Como si se tratase de cualquier otra pintura acrílica, la de pizarra se trabaja fácilmente (y se limpia después con agua, lo que siempre es una ventaja). Hay que aplicarla sin diluir, removiéndola concienzudamente antes de empezar a trabajar.
- Una vez lista la pintura, tendrás que cubrir con cinta de carrocero las partes del objeto (o de la pared) que no quieres pintar.
- Puedes utilizar brocha o rodillo, pero si se trata de superficies lisas el rodillo es más adecuado, ya que consigue un acabado más homogéneo, sin marcas de brochazos.
- Recuerda aplicar capas finas, sin cargar demasiado la herramienta. Aunque es bastante cubriente, necesitarás dar dos o tres capas para lograr una acabado perfecto negro mate y una textura lisa y suave. Sé paciente y deja secar muy bien entre una mano de pintura y otra.
Un consejo
Antes de escribir o dibujar sobre la nueva superficie de pizarra con tiza, espera al menos dos días para asegurarte de que la pintura está seca y se ha endurecido totalmente.