Por su porte, su floración espectacular, la belleza de sus hojas y el colorido que aportan, cultivar cualquiera de estas plantas en primavera es un acierto seguro. Toma nota de ellas, porque se van a convertir en las protagonistas absolutas del jardín.
1. Rosa (Rosa)
¿Qué sería de un jardín sin rosas al llegar la primavera? Sus colores son tan especiales y su aroma tan potente que no deberías resistir la tentación de plantar unos cuantos rosales para disfrutarlos en la florida estación. Como necesitan bastantes cuidados, lo mejor es que elijas los más fáciles de cultivar entre los cientos de especies que existen para elegir. Búscales un rincón soleado en tu jardín, a ser posible con suelo orgánico, y procura que el terreno esté siempre húmedo regándolos a menudo (unas tres veces por semana). Te lo agradecerán con una cascada de maravillosas flores.
Un consejo: cuando vayas a plantarlos, deja suficiente espacio entre ellos para que puedan desarrollarse mejor y crecer libremente.
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