“Cuando trabajamos con niños, tratamos de hacer habitaciones interesantes, pero funcionales, que den respuesta a sus necesidades”, apuntan desde CartelleDesign. Este cuarto compartido pertenece a dos niños pequeños, por lo que la mayor parte del espacio se ha dejado libre como zona de juegos. Al tratarse trata de una habitación para dos, se ha optado por una una litera, en la que no falta nada: ni red protectora en la cama superior, ni iluminación puntual, ni mesilla de noche ni librería. Además, se ha diseñado otro rincón de relax en la ventana, similar al del dormitorio principal, junto al que hay una mesa baja para pintar, jugar o hacer puzles. El binomio blanco y azul (imposible no fijarse en el zócalo) define la paleta cromática, al igual que la madera en sus tonalidades más claras.