Diseñado por Oksana Salberg-Vachnadze de O2 Design Moscow Studio, los propietarios de este piso de Moscú, un matrimonio con una hija adolescente, querían una casa moderna y elegante. Partiendo de un estilo neoclásico con molduras en el techo y tomando al color blanco como punto de partida, fueron diseñando una decoración de interiores llena de vida y personalidad, gracias a los muebles modernos y coloridos y a las obras de arte. Su distribución, con una gran sala de estar, que aglutina salón, comedor y cocina, y dos dormitorios (el principal y el juvenil) busca la comodidad de sus moradores, adaptándose a su forma de vida y gustos. 

En la sala de estar, la combinación de colores brillantes y alegres sobre la base blanca de paredes y techos, aporta una nota provocativa, logrando, gracias a la mezcla, una convivencia pacífica entre la elegancia clásica y el atrevimiento actual. La alfombra en tonos azules ayuda a unificar las distintas piezas del ambiente, creando un vínculo visual entre el sofá, el sillón amarillo y la mesa de centro con base de acero inoxidable pulido y vidrio ahumado templado de Boca do Lobo. El diseño retro de la lámpara de pie Duke, de Delightfull, da el broche perfecto al conjunto. 

Separado por una consola 'coronada' con dos bellas lámparas de sobremesa 'art déco', el comedor mantiene esa simbiosis perfecta de estilos y colores. Una lámpara de araña inusual, obras de arte contemporáneas y cortinas de terciopelo crean una atmósfera de elegancia aristocrática, potenciada por las molduras de paredes y techos y los suelos de madera en espiga, inspirados en las viviendas de París. Dadas las dimensiones de este gran espacio único, junto a la ventana se ha creado un coqueto rincón de escritorio con una espectacular mesa de caoba de Boca do Lobo.

Con permiso de la mesa y las sillas, la lámpara de techo se convierte en la gran protagonista del comedor, debido a su espectacular diseño, inspirado en el trompetista estadounidense Chris Botti como un homenaje al jazz. Vestido en tonos azules, a juego con las cortinas, los adornos y jarrones son los encargados de dar frescura a una 'caja' tremendamente clásica, remarcando un tono más atrevido y moderno. 

El arte contemporáneo se cuela en cada rincón, demostrando su capacidad no solo para decorar sino también para aportar personalidad y sentimiento a las estancias. El aparador, situado junto al comedor, resulta muy práctico, ya que en su interior se puede guardar la vajilla más especial, y la parte superior puede dar mucho juego como barra o superficie extra para dejar los postres y las copas, durante las fiestas navideñas, por ejemplo. 

La cocina, amplia, cómoda y tremendamente funcional, intenta pasar desapercibida en un mundo a todo color, como el de esta gran sala común. Decorada en tonos neutros, con una gran isla central y un agradable 'office' junto a la ventana, el pavimento de madera, algo delicado para esta zona, se sustituye por otro más resistente a las condiciones de agua y manchas de este espacio de la casa. 

El dormitorio de matrimonio cuenta con un agradable rincón de lectura, que puede verse desde la puerta, donde desayunar o leer un libro las tardes de invierno. Una gran lámpara hexagonal juega con la forma del mirador y las butacas se han vestido del mismo color de la habitación, para potenciar la sensación de amplitud. 

Las paredes en un claro tono turquesa son toda una declaración de intenciones y ponen de manifiesto la importancia del color en esta vivienda moscovita. El cabecero de capitoné en rojo carmesí y la ropa de cama gris crean contraste y un ambiente lujoso, lleno de estilo. Es importante destacar el papel que juegan los espejos en la decoración de la habitación: hay uno alrededor de la puerta, otro sobre la cama e, incluso, revisten las mesillas de noche. 

El lujo dorado, brillante y algo excesivo se apodera del cuarto de baño principal, aliándose con el mármol, los accesorios de cobre y oro y el binomio blanco-negro, tan glamuroso como elegante. La majestuosa bañera exenta es una clara invitación al relax más exclusivo. 

El cuarto de la hija de los propietarios mantiene el mismo estilo que el resto de la vivienda, con el suelo de madera en espiga o las molduras del techo, pero rebaja el uso del color y su intensidad e incorpora pinceladas artísticas, más afines a la edad de la adolescente. El azul se convierte en el comodín cromático perfecto. 

Para convertir una habitación juvenil en el refugio de un adolescente debe contar con una decoración a su medida y una distribución del espacio que dé respuesta a sus necesidades. Y aquí ambas condiciones se dan. Además de una zona de escritorio, para hacer los deberes, cuenta con un estar para disfrutar solo o en compañía de amigos, con un banco con cajones, lleno de cojines de alegres colores. 

Para sacar partido a esta zona alargada del cuarto juvenil se diseñó una librería, con cajones y puertas. Ella y un llamativo sillón fueron elementos suficientes para crear un biblioteca. 

Si el mármol vestía el cuarto de baño principal, los azulejos se encargan de dar estilo al otro aseo. Con un cierto aire retro, llama la atención la grifería, el pavimento y el papel pintado geométrico, una de las tendencias con más tirón en Instagram.