Color y continuidad

Un baño con azulejos, sí. Pero en una combinación de colores que aporta tanta personalidad como luz a la estancia, gracias a la combinación de colores. La continuidad del azulejo desde la pared al suelo del baño aporta la idea de movimiento, y hace que los techos parezcan más alto.

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Ladrillo y papel pintado: una combinación ganadora

El papel pintado gana cada vez más terreno en la decoración de baños. Los motivos vegetales de este papel impregnan el baño de una sensación de frescor y naturaleza, además de combinar perfectamente con el ladrillo negro de la pared principal. El resto lo hacen la encimera del lavabo, el taburete y la mesita, todos ellos de madera.

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Azulejos imposibles para un resultado único

Los azulejos son más que un material que recubre las paredes. Puedes crear con ellos un espacio de movimiento, líneas geométricas y profundidad sin ni siquiera abandonar el color blanco. El espejo redondo es el toque perfecto para romper las líneas rectas que dibujan los azulejos.

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Un suelo de azulejos

No son solo para la pared, y el acierto de esta propuesta es desplazarlos al suelo del baño y buscar un punto de continuidad en una de las paredes. El blanco en el resto de la estancia hace que el baño se llene de luz, y sirve de contraste al precioso azulejo de diseño clásico.

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Azulejos de mosaico

Este tipo de azulejo entró con fuerza hace unos años y sigue estando muy vigente. La clave es elegir colores claros y que combinen evocando al agua o a la naturaleza: azul turquesa y verde, combinados con blanco, resultan ideales en cualquier baño.

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La ruptura del papel pintado

La elección de estas paredes es tan arriesgada como acertada. El tipo de azulejo ya es de por sí original, tanto por el color como por la forma, pero la clave está en la ruptura que ofrece en solo media pared el papel pintado, que aporta luz y movimiento a este baño.

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Un toque de color

Una forma eficaz y original de utilizar los azulejos es reservándolos para darle un punto de color a la estancia. El efecto que se consigue aquí con el azulejo rojo es el que da toda la originalidad a este baño.

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Discreto y contundente

La pared de este baño consigue ser discreta y llena de personalidad a un tiempo. El blanco es el color que más luz da a un baño, pero la forma y relieve de estos azulejos evitan que el resultado sea anodino, y le confieren carácter y estilo.

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La calidez de la madera

La madera en tonos suaves consigue que tu baño se convierta en un espacio de relax muy similar al que encontrarías en una sauna zen dentro de un spa. Relajación, calidez y sensación de espacio natural es lo que emana este baño. La madera, colocada en finas listas a lo largo de todas las paredes, hace que la sensación de amplitud aumente.

Minimalismo blanco

No hay mejor lugar que el baño para apostarlo todo al blanco. El toque de originalidad lo da la utilización de azulejos de mosaico solo en este color. El resultado es muy limpio, pero nada aburrido.

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