Muy poco o nada tiene que ver con la vivienda del artista Frank Zappa que compró en Los Ángeles, cerca de Hollywoods Hills, que incluía en su decoración un mural de un dragón en el comedor y ventanillas de submarinos antiguos sobre las paredes. Pero, aunque no lo parezca, este apartamento del West Village, una de las zonas más exclusivas de Nueva York, fue la residencia de Lady Gaga y parte de su equipo, durante la grabación del disco ‘Joanne’. Hoy, dos años después, sale a la venta por 20 millones de euros, el precio del alquiler rondaba los 65.000 euros mensuales. Tanto si eres un 'little monsters' o no, seguro que sientes curiosidad por ver cómo es la casa donde vivió la cantante. 

Este apartamento en Nueva York tiene mucho de la nueva Lady Gaga, que deja atrás atrezzos imposibles y se muestra más desnuda musicalmente, pero sin perder su esencia de todo a lo grande (metros cuadrados, muchas terrazas, grandes ventanales…), como la diva que es. Esa que nos tiene acostumbrados a gastar dinero en caprichos lujosos, como un avión privado o contratar a un químico de la NASA para encontrar una fórmula. Su decoración, contemporánea y funcional, saca su versión más ‘urban chic’, otorgando protagonismo a un clásico del diseño como el Lounge Chair de Charles & Ray Eames. Por otra parte, los amplios ventanales permiten contemplar y tomar el pulso a la ciudad.

Los tonos neutros se apoderan de cada una de las estancias de esta casa del West Village de Manhattan, donde los complementos, como la magnífica chimenea o la alfombra que delimita la zona de las mesas y las sillas, aportan calidez y sensación de hogar. Los cuadros sobre el aparador y el espejo dorado visten las paredes blancas y desnudas de destellos brillantes y toques personales.

La gran cocina con planta rectangular resulta tremendamente cómoda para albergar tanto a un equipo de grabación y a su diva como a una familia numerosa. Los muebles blancos (una de las tendencias con más éxito en esta estancia) se combinan con madera en diferentes tonalidades, para crear una atmósfera más cálida y entrañable. El proyecto lumínico, con focos empotrados y lámparas de techo, se adapta a las diferentes actividades de este esapcio, favoreciendo tanto el trabajo como la vida social.

Una gran isla de madera preside la cocina del apartamento que acogió a Stefani Joanne Angelina Germanotta (su verdadero nombre) y a su equipo durante la grabación de su último disco. Iluminada con tres lámparas de techo y enfrentada a la zona de fuegos, la isla alberga el área de aguas y una gran barra para desayunos o comidas informales, ya que cuenta con espacio suficiente para cinco comensales. La encimera se ha realizado a juego con el antepecho.

Distribuida en tres zonas, la cocina en sí misma, el ‘oficce’ y un estar, para las sobremesas, es, sin duda, el centro neurálgico de esta vivienda neoyorquina. Su interiorismo, funcional y confortable, permite hacer vida en ella. Como en el salón, una chimenea sube los grados de la estancia. Para cuidar el espectacular suelo de madera, se ha colocado un protector. 

La suite principal, la casa cuenta con cinco dormitorios más, alberga todo el tercer piso. Con salida a una coqueta terraza, mantiene el mismo estilo decorativo que el resto de la vivienda, con paredes blancas, suelo de madera y textiles que llenan de calidez la estancia. Una gran alfombra de fibras vegetales delimita el área de la cama, delante de la cual hay un agradable rincón de lectura frente a la chimenea. Tremendamente funcional y sencilla, las texturas y los brillos dorados de sus complementos logran sacar su lado más sofisticado y glamuroso.

El cuarto de baño, con la bañera exenta y metros suficientes para hacer una fiesta, es el sueño de cualquiera. El pavimento de madera se sustituye aquí por uno cerámico (mucho más práctico) y las paredes se han revestido con un zócalo alto de mármol, que las protege de salpicaduras y pone una nota ‘chic’. Llama la atención el techo, con el juego de molduras y el gran espejo que ocupa tanto la zona del lavabo como la del tocador.

La terraza, aunque habría que decir terrazas, es uno de los plus de este lujoso apartamento neoyorquino, donde se aprecia la ciudad desde las alturas, las mismas a las que suele subirse Lady Gaga en sus tacones de vértigo. En esta se ha montado una zona de estar, con dos sofás en 'L' y dos sillones individuales, en color gris. Mientras que en la que sale desde la cocina, se ha ubicado un comedor de verano, con cocina exterior, por ejemplo.

La gran fachada de ladrillo rojizo se alza en medio de uno de los barrios ‘top’ de la ciudad de los rascacielos, moderna y con un ligero aire industrial. El edificio que dio cobijo a Lady Gaga y parte de su equipo es de 1857, aunque está totalmente reformado. De estilo italiano, su garaje privado, imaginamos, ayudó a la cantante de huir de los paparazzi durante ese período, pasando (casi) desapercibida, a pesar del séquito que la acompañaba siempre.