No es la primera vez que queremos resaltar en esta sección la importancia de decorar con atino espacios pequeños. Seguramente es en estos pequeños apartamentos y estudios en los que más se note la diferencia entre decorar bien o decorar mal… Porque se puede sacar más utilidad, más luminosidad y hasta más espacio. Es posible conseguir que una casa pequeña parezca amplia y luminosa. Y no es labor de un milagro, sino de un buen trabajo de rehabilitación e interiorismo.
Lo hemos visto hace apenas unas semanas, en un artículo en el que te contábamos trucos para decorar apartamentos justos de espacio. Pero también en ejemplos de casas justas de tamaño en las que se aprovechaba hasta el último rinconcito. Porque no todo tienen que ser grandes viviendas unifamiliares.
Te lo demostramos de nuevo con la casa que te traemos a la sección. Una piso pequeño situado en el barrio Gótico, en el que la falta de espacio no era el único de sus problemas. En efecto, en Torres Estudio debieron afrontar la decoración de una vivienda, situada en un edificio del siglo XVI, que había ‘sufrido’ posteriores intervenciones, no siempre acertadas.
Ellos lo describen así: “Nos encontramos con estancias interiores sin ventilación y espacios con poca usabilidad, además de una gran variedad de materiales correspondiente a diferentes épocas. Por ejemplo, las vigas de madera de sustentación presentaban diferentes formas y escuadrías. También encontramos una gran variedad de pavimentos que iban desde los originales hasta el gres más actual, pasando por diversos suelos hidráulicos modernistas”
Para los propietarios era importante que la casa conservara parte de ese sabor añejo tan acogedor que dan los elementos ‘históricos’. Al menos sí los que revistieran interés. Y, por supuesto, buena parte del pavimento hidráulico, que estaba en bastante buen estado.
Lo que suponía, desde el primer momento, el mayor de los retos para Torres, era la redistribución de espacios a fin de acomodarlos a las necesidades actuales. De eliminar las habitaciones ciegas y darle mayor utilidad y luminosidad a cada estancia. Para ello había que abrir paredes, reforzar vigas, nivelar pavimentos y reforzar la estructura en general de la vivienda.
En la zona central del apartamento se situó el salón comedor con una cocina abierta anexa. Y se colocó el pavimento hidráulico recuperado enmarcándolo con microcemento que luego cubriría todo el suelo de la vivienda, así como las paredes de los cuartos de baño.
En la mayor parte de los techos —zona central del salón y la habitación principal—, se dejaron las vigas de madera recuperadas. En el resto de la vivienda, un falso techo oculta los conductos de aire acondicionado.
Para la cocina se optó por integrar la mayor parte de los elementos necesarios, de forma que quedaron ocultos con muebles en blanco, que aligerara la estancia. Por otro lado, la pieza se completó con una península central en la que encontramos la zona de cocción que, al tiempo, hace las veces de barra para desayunos y comidas rápidas.
El dormitorio principal destaca, sobre todo, por contar con una pared —la del cabecero—de ladrillo visto que fue recuperada y que convierte el espacio en muy acogedor. Además, se instalaron armarios empotrados y se instaló un cuarto de baño completo. Con estas intervenciones conseguimos respetar el espíritu original de la construcción dotándola de las instalaciones más actuales.
En cuanto a la decoración, se quiso optar por colores claros en las paredes y dejarlas limpias, sin apenas muebles o cuadros, para dar mayor sensación de amplitud. Para los balcones se eligieron largos visillos, también blancos. Y muy ligeros, para dejar pasar la luz. La mesa de comedor, la de centro, las puertas y los escasos muebles del salón, son de madera muy natural, que coordina a la perfección con el tono de las vigas recuperadas en los techos.
Más información:
www.torresestudio.com
