Objetivo: recuperar las vistas del jardín

Cuando la interiorista Esther Sánchez Lastra afrontó la reforma de este chalet, tenía como reto recuperar las vistas del salón sobre el coqueto jardín. Te contamos cómo lo consiguió

by hola.com
La última vivienda a la que te invitamos a entrar con nosotros era un espectacular apartamento situado en una de las mejores zonas de París. Se trataba de un 'pisazo' decorado por Mis en Demeure con el exquisito encanto del clasicismo modernizado.
La vivienda en la que entramos hoy es de un estilo radicalmente opuesto. Un chalet adosado situado a las afueras de Madrid con un exterior lleno de encanto, y el aspecto de una casita de muñecas. Y un interior decorado con sumo cuidado y buen gusto. Un gusto contemporáneo, desprendido de todo tipo de ornamentaciones y barroquismos y con algún toque de diseño. En el que el centro de todas las atenciones se sitúa en el amplio salón para el que se buscó una sola identidad pero distintos ambientes. La responsable del buen resultado de la vivienda es la interiorista Esther Sánchez Lastra.

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www.eslinteriorismo.com
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Desde el principio, la reforma que se acometió en este chalet adosado tenía un claro objetivo: recuperar las vistas del jardín desde cualquier punto del salón y trasformar éste en un espacio más amplio y versátil.  
La mayor parte del espacio de la planta baja está ocupado por el salón. Para conseguir una constante presencia del jardín se apostó por un gran ventanal de tres hojas correderas que se recogen en una esquina. Eso ayuda a crear la sensación de apertura hacia el exterior.  
El elemento estético con más fuerza visual del salón es la chimenea, que hace de engranaje de todo el salón. Queda en el centro del espacio y, al ser giratoria 360º, se puede disfrutar de ella desde cualquiera de las zonas que componen el salón.  
Otra de las apuestas de Esther Sánchez Lastra consistió en emplear el mismo pavimento del salón en el exterior, sin ningún salto, para lograr darle continuidad. E incorporar el porche al salón, para darle mayor amplitud y poder crear tres espacios: zona de estar, comedor y zona de lectura.  
En el dormitorio de invitados destaca la pared sobre la que está situado el cabecero de la cama. Está empapelada con papel no vinílico. Se trata de una foto mural de imágenes de periodicos. La alfombra es de KP, efecto seda. Y la cama, de Ikea. 
Para la cocina se eligió mobiliario de la firma Moretti, lacado blanco brillo y con encimera de Silestone, también en blanco. El color de contraste lo dan las paredes de micro cemento verde, sobre las que se puede pintar con tiza. Se limpia muy fácilmente.  
El dormitorio principal se sitúa en la buhardilla. Los muebles de este espacio son diseños de la propia interiorista. En concreto, el cabecero, un mueble que hace las veces de mesilla y que tiene continuidad con la cama. Todo en tonos muy claros. 
En toda la vivienda se utilizó un suelo porcelánico en masa de gran formato, rectificado, de color marfil. Liso en el interior y rugoso en el exterior. En los baños y la cocina se colocó el mismo pavimento para no acortar los espacios y dar identidad a la vivienda.