La doble vida de una vivienda

La interiorista Esther Sánchez Lastra nos muestra cómo ha conseguido transformar esta vivienda de más de 40 años en un espectacular y moderno chalet

by hola.com
No es habitual en esta sección que le dediquemos espacio al trabajo que un arquitecto de interiores realiza en una vivienda en concreto. Pero a veces las reglas están para saltárselas. Y esta es una de esas veces. Porque lo que ha hecho Esther Sánchez Lastra en una residencia de Madrid ha merecido nuestra atención. Y no sólo la nuestra. También la del jurado del premio InteriCAD, el más importante de la industria de diseño de interiores del continente asiático. Porque le han otorgado el primer premio, en la categoría “mejor diseño residencial”. El proyecto se llevó a cabo sobre una vivienda unifamiliar, construida hace 40 años en el madrileño Parque Conde Orgaz. Y lo que Sánchez Lastra ha conseguido es convertirla en una espectacular casa funcional, moderna y muy luminosa. Ese es uno de los motivos de que se alzara con el triunfo sobre las más de mil candidaturas presentadas. No te cortes, abre la puerta de esta fantástica vivienda y pasa a verla.

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La arquitecta de interiores Esther Sánchez Lastra trasformó, en esta espectacular vivienda de Madrid, la función de los espacios con el objetivo de convertir el salón en el centro de la vivienda, dotándolo de la máxima luminosidad durante todo el día. 
El gran salón principal está unido a otro más pequeño. Para que no quedara divido, Sánchez Lastra apostó por colocar una chimenea de gas de doble cara para unir espacios. Ella misma calara: “no quería dos salones ni dos estancias, sino una sola”. 
La estancia principal del salón destaca porque es muy luminosa, sobria, con dos grandes sofás de piel blanca diseñados por la propia Sánchez Lastra, al igual que las mesas de centro de DM lacado imitando piel de tiburón. El resultado salta a la vista. 
En esta imagen se distinguen ambos espacios del salón, separados pero unidos por la chimenea de Jotul. El tono de las paredes es siempre el mismo, aunque a algunas paredes se añaden revestimientos como el microcemento o papeles vinílicos.  
En el distribuidor principal se recurre al acero corten. “Creé una mesa volada de ese material, visualmente muy ligera. Forré la pared y diseñé una estantería de madera teñida de verde, retroiluminada, y con los verticales en cristal”, comenta la interiorista. 
La cocina dispone de una gran isla que funciona también como mesa para desayunos. Los armarios del fondo son de almacenamiento y el office anexo, situado a la izquierda, dispone también de muebles para guardar la vajilla.  
La cocina, con mobiliario de Gunni & Trentino, es blanca. Esto “permite poner un color fuerte en la pared; el coral, acabado de microcemento especial pizarra para poder pintar y pintar encima. De paso, sirve para y comunicarse, dejar recados…” 
La carpintería de toda la casa es de madera de un roble con un acabado verdoso. Por eso, el dormitorio se pintó de blanco con un leve toque de ese color. La cama de DM lacado, con nichos y mesillas, fueron diseñadas también por Esther Sánchez Lastra. 
Con la nueva distribución, el dormitorio principal quedó en el ala de la casa menos luminosa. A cambio, se dotó a esta estancia una zona con armarios que tienen una doble función: hacen de vestidor, pero también sirven de zona de trabajo como se ve en la imagen. 
La habitación infantil es compartida por las dos niñas de la familia, de muy diferentes edades. Así que se ha dividido en dos espacios. El primero, de la más pequeña, está pintado de rosa y tiene una pared que es una pizarra imantada, para que pinte. 
El espacio de la pequeña de la casa da a un pasillo con las paredes revestidas con papel patchwork, a modo de transición a la habitación de la mayor, ya adolescente. Ese espacio cuenta con dos camas, zona de estudio y armarios.