Entrevistamos a Íñigo Toledo, diseñador de barcos

Su empresa, Barracuda Yacht Design, ha diseñado barcos como el Fortuna o el Desafío Copa América 2007

Por hola.com

Este arquitecto naval lleva más de 20 años dedicado a diseñar barcos a motor y veleros en su compañía Barracuda Yacht Design. Con mucho trabajo y esfuerzo consigue hacerlos bonitos, pero también que funcionen. Un trabajo fascinante que él ejerce con pasión y que le ha valido numerosos premios. Con uno de sus más sorprendentes diseños, el Akalam —algo así como un velero de cristal— ha sido finalista de los premios The World Superyacht Award, los más importantes en cuanto a diseño de yates.
 

VER GALERÍA

El arquitecto naval Íñigo Toledo fue finalista en uno de los premios más importantes en diseño de yates. (PULSA EN LA IMAGEN PARA ACCEDER A LA GALERÍA DE FOTOS)
 


Parece que el Akalam es un barco muy especial. ¿Por qué se caracteriza?
Es un barco de vela que tiene todas las comodidades internas de un barco a motor. O un piso de lujo en Manhattan.

¿Cómo se traduce eso?
Sobre todo en que tiene unos grandes ventanales en el casco, algo que no ha hecho nadie hasta ahora. Los interiores de los barcos suelen ser un poco cueva y el armador que lo encargó quería que no 'le diera pereza' meterse en el barco. Así que hemos hecho un barco de cristal.

Suena increíble. ¿Hay algún espacio que te guste especialmente?
El cuarto del baño del camarote del armador es sorprendente. Tiene vistas, de modo que te estás duchando y mirando al mar.

¿En qué consiste diseñar yates?
Te pongo un ejemplo práctico para que lo entiendas. A nuestra empresa viene un armador con el plan de uso de un barco: “quiero un barco para navegar por Alaska", o "para ir de vacaciones" o "para navegar en verano y en invierno”. Nosotros somos como un arquitecto: tenemos que conseguir que esa idea se haga realidad.

Diseñas barcos de vela y a  motor. ¿Cuál es más complejo?
Un barco de vela es siempre un desafío. Es más sofisticado, porque navegar a vela requiere unas herramientas más complejas, de modo que es más interesante intelectualmente. De los barcos a motor, los más complicados son los de motor preparados para ir a gran velocidad.

El cliente que quiere un barco exclusivo, ¿sabe lo que quiere?
No siempre. Por eso nosotros tratamos de hacer una primera presentación para ir descubriendo lo que quiere y lo que puede hacer. Y al tiempo, aportamos ideas. Esas primeras reuniones son muy importantes porque son la base de lo que se va a hacer luego.

Entiendo que en Barracuda Yacht Design os encargáis de diseñar por fuera, pero también por dentro… Es decir, de decorar.
Hacemos el diseño exterior, la ingeniería naval y a veces el diseño de interior.

Imagino que es un trabajo complejo eso de decorar un barco.
El espacio de un barco es difícil por pequeño. Hay que pensar en cada centímetro. Por ejemplo, un baño de un barco tiene que estar pensado al milímetro porque a lo mejor mide poco más de un metro cuadrado.

¿Hay algún estilo que prime en el diseño de interiores de los barcos?
Se puede hacer lo que el cliente quiera: estilo inglés clásico, estilo ligero, minimalista… lo que se quiera, con la dificultad añadida de que el espacio es pequeño.

¿Y tú, cómo te empezaste a introducir en este mundo de los yates?
A los 12 años navegué por primera vez, en el barco de unos amigos, y pesé “esto es lo que hay que hacer, a esto me quiero dedicar”. Decisión tomada. Cuando llegó el momento, me fui a Inglaterra a estudiar Arquitectura Naval. Es fascinante porque además de cuidar la estética, eso que construyes tiene que moverse, tiene que funcionar.

Con sólo 22 años te quedaste con un astillero y una empresa de diseño de yates. ¿Por qué tan joven?
Al acabar los estudios, hice prácticas en Mallorca en un astillero llamado Barracuda y cuando acabé las prácticas le planteé al propietario, Pepín González, que nos asociáramos. Arrancamos. Pero a Pepín le atropelló un coche menos de un mes después y falleció. Decidí seguir adelante. Primero haciendo cosas pequeñas y poco a poco, ampliando. Menos de 10 años después me llamaron para que me encargara de la supervisión de la construcción del Fortuna.

¿Cuál es el barco que más te ha gustado hacer?
El Desafío de la Copa América 2007; el Fortuna, por supuesto; el Akalam, porque es el barco de la híper comodidad… Cada uno tiene algo especial.

Más información:

www.barracuda-yd.com