Alfombras: El triunfo de la geometría (1ª parte)

Con la llegada del invierno se hacen imprescindibles porque contribuyen a crear ambientes cálidos y muy confortables

Por hola.com

Frío, días desapacibles (sí, en algún momento finalizará esta primavera eterna), humedad… Desde siempre, al llegar el otoño y el invierno, las madres-los padres realizaban (y realizan) el ritual de desenroscarlas, poner patas arriba la casa y cubrir los suelos con las alfombras, esos grandes aliados que templan el frío pavimento.
Los textiles barrocos, emperifollados, propios de firmas tradicionales, siguen ahí, pero la imaginación y la vanguardia desbordantes se han empezado a colar con fuerza en este mundo. De hecho es raro el diseñador de renombre que no haya hecho sus pinitos ‘alfombrados’.

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El modelo 'Juan', de Stua, a base de sencillos rombos está inspirado en los suelos de mármol y azulejos de la época del Renacimiento. 


Y ¿qué mejor que unir esas dos visiones? La tradición y lo contemporáneo unidos. Es lo que han llevado a cabo el equipo de La Alpujarreña –unos artesanos que llevan mucho tiempo fabricando alfombras hechas a mano en la Alpujarra granadina–, y Stua, o más exactamente su fundador, Jesús Gasca, persona preocupada por mantener con vida esos talentos artesanos. Suyo ha sido el empeño en este hermanamiento. Y de Javier Guerrero, creativo visual de Stua, han sido los diseños de la colección de unas suaves alfombras de lana de primera calidad. 'Adriana' es el nombre de la primera de las creaciones, un textil con una inspiración y un sabor proveniente de aquellos azulejos que tachonaban las típicas casas solariegas portuguesas y españolas, que desprendían (y aún se mantienen en algunos caserones) ese aire a azulejos usados y vetustos.
Incluso la alfombra recrea un motivo de azulejos rotos por el paso del tiempo y el uso. El nombre (sabemos que se lo están preguntando) viene de Adriana Varejäo, una artista que también utiliza los azulejos de casas como metáforas de la sociedad de la que es originaria: Río de Janeiro.

El otro miembro de la colección se llama 'Juan' y sus sencillos rombos que nos dan una imagen de cubos están inspirados en los suelos de mármol y de azulejos de la época del Renacimiento, con sus efectos visuales de profundidad. Otro recuerdo que refleja la alfombra es el de esas catedrales majestuosas, en las que el sueño era un motivo más de decoración y no un mero revestimiento.
El nombre proviene del gran artista Juan Muñoz (1953-2001), que empleaba suelos ópticos en sus instalaciones (el ilusionismo está implícito en casi todas sus obras).

 


 
Las nuevas piezas de la firma catalana Nani Marquina también bucean en los intrincados vericuetos geométricos. Y lo hacen con piezas llenas de color.

 
 
 
Las nuevas piezas de la firma Nani Marquina también bucean, a su manera, en los intrincados vericuetos geométricos. A partir de cien por cien lana neozelandesa, y hechas a mano, el artista gráfico Cristian Zuzunaga ha dado forma a 'Digit', basada en la descomposición del color a través del píxel (ya lo ha hecho en sofás y cojines).
En los modelos Digit, se parte de la superampliación fotográfica, dando un aspecto digital y tecnológico a las piezas. Dependiendo de la luz o del momento, la mirada capta la unión aleatoria de una parte de los 26 colores que forman la alfombra.

La segunda colección de Nani Marquina es 'Spiral', diseñada por Martín Azúa y Gerard Moliné. Es un homenaje a la artesanía. Aquí, el material, la lana, es el protagonista. Las espirales que se superponen se consiguen enroscando los hilos de lana afelpada, hervida, sin torsión (lo que la hace más compacta). Una vez confeccionada, se cosen una a una sobre una base de tela, con puntadas visibles. Están disponible en marrón o en crudo.

Más información:
www.stua.com
www.alpujarrena.com
www.nanimarquina.com
www.cristianzuzunaga.com
www.gerardmoline.com
www.martinazua.es