Ideas para eliminar los astillamientos de tus muebles

Es importante tener cuidado con las astillas que pueden crearse, ya que si no las quitamos podrían costarnos alguna que otra herida

Por hola.com

Hasta ahora te hemos expuesto multitud de consejos para que construir tus propios muebles domésticos sea una labor tan constructiva como económica. Sin embargo, no todo se limita a crear cosas nuevas, no conviene perder de vista esos muebles que ya has elaborado y, sobre todo, que te asegures de que no sufren desperfectos.

Al estar trabajando continuamente con madera, es fácil que las esquinas de una mesa presenten defectos tras rozar con una pared, que cualquier golpe astille el rincón de un armario o que se rompa un frontal.

Pues bien, a continuación te explicamos cómo reparar astillamientos, esos defectos que tanto afean un mueble y que pueden ser el principio de un daño mucho mayor en caso de no reaccionar a tiempo y tomar las debidas precauciones.



Reimplantar una esquina
Cuando se desprende un trozo de madera, lo primero que hay que hacer es tratar de recuperarlo e intentar reimplantarlo, como si de un puzzle se tratase. Para ello, tendrás que limpiar la superficie astillada con un pincel y después extender cola de pegar.

A continuación, deberás colocar la parte astillada ayudándote de un martillo. Para que el trozo encolado no se mueva, te vendrá bien sujetarlo con celo, dando varias vueltas de un lado al otro del tablero, e incluso podrás ayudarte también de unos sargentos. Finalmente, deberás lijar suavemente la pieza reinsertada, tras asegurarte de que la cola está perfectamente seca.

Ésta es la forma ideal, y también la más sencilla, de reparar un astillamiento, pero reimplantar el trozo desprendido no siempre es posible y no por ello deberás cejar en el empeño de reparar ese mueble que con tanto esfuerzo construiste.

Rehacer el trozo
En ocasiones, la pieza de madera astillada se pierde o queda inservible, por lo que te verás obligada a buscar un nuevo trozo del mismo tipo de madera.

Con el formón deberás preparar el lugar en el que colocarás la pieza que va a sustituir a la que se ha desprendido. Después de haber extendido en la superficie una abundante mano de cola, deberás poner la pieza en su lugar y sujetarla con celo, con sargentos o colocando encima algo que pese bastante.

Al igual que en el caso anterior, cuando la cola esté bien seca deberás rebajar las partes sobrantes con cepillo de acabado e igualar la superficie. Por último, tendrás que recurrir al papel de lija para rematar la faena y hacer invisible al ojo humano lo que horas antes era un defecto de muy mal aspecto.