
Kéfir casero
Ligeramente ácido y parecido a un yogur líquido, se trata de un fermentado de granos de levadura y leche muy rico en lactobacilus, bifidus y antioxidantes. Sus principales beneficios están relacionados con el aparato digestivo y te mostramos cómo hacerlo en casa. Usa recipientes de vidrio para que te salga correctamente.
Kéfir casero
Por
SUSANA BATICÓN
Ligeramente ácido y parecido a un yogur líquido, se trata de un fermentado de granos de levadura y leche muy rico en lactobacilus, bifidus y antioxidantes. Sus principales beneficios están relacionados con el aparato digestivo y te mostramos cómo hacerlo en casa. Usa recipientes de vidrio para que te salga correctamente.
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1.
Echa los granos de kéfir en un tarro grande de cristal
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2.
Cubre con la leche dejando un trozo sin llenar.
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3.
Tapa con un paño, guarda en un lugar oscuro -no en la nevera- y deja que repose durante 24 horas.
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4.
Cuela la leche y ese es el kéfir que puedes tomar. Los gránulos consérvalos para hacer más cantidad, añadiendo leche en veces sucesivas y siempre tendrás este saludable producto disponible.
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